Esta vez
dudamos en cuanto a salir al ruedo -contrastando con el prudente silencio
oficial de la FSSPX en relación a las denuncias del Arzobispo Viganò- en tanto
sería volver sobre aspectos ya elucidados desde esta bitácora. Pero puesto que
no somos oficiales sino "oficiosos" -sólo en carácter de fieles de la
FSSPX- y que a los del cisma del "Non serviam" y a los de la
herejía-cisma de la "Proditio" les llama la atención ese silencio,
vayan nuestras consideraciones.
La crisis en
la Iglesia no empezó con Francisco y si no enmarcamos las críticas a este
último en un contexto de crisis de Fe que data de acaecida la muerte de Pío
XII, con un punto culmen en 1969 con la instauración del Novus ordo missae
-comienzo de la 'gran tribulación'- y cuyo final será por intervención divina
no obstante los instrumentos humanos de los que El se valga, nada habremos
entendido.
El homosexualismo y sus tapaderas son en definitiva una crisis
de Fe la que, como acabamos de reseñar, empezó hace más de cincuenta
años. Así lo deja en claro San Pablo en sus Epístolas (Rm 1, 18-32) : "porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron
como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus
razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: jactándose de
sabios se volvieron estúpidos, cambiaron la gloria del Dios
incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves,
de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso Dios los entregó a las apetencias de
su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos
que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la
criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén"" Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío."
Y no nos
referimos a los pecados individuales de esta naturaleza (o contra naturaleza,
como prefieran), de los que se puede rastrear su existencia ya no sólo desde
antes del Concilio Vaticano II sino, si se quiere, desde los inicios de la
humanidad. Nos referimos al "lobby", a las "redes", al "establishment", a la "logia conciliar" la que, puesto que ha perdido la Fé, no reconoce el pecado ni tampoco teme a su
castigo.
Así pues, que
quede claro que en la base de estos escándalos está la falta de Fé o más bien,
la sustitución de la Fe en Dios por la del hombre: “La
religión del Dios que se ha hecho hombre se ha encontrado con la
religión (porque lo es) del hombre que se hace Dios…” (Pablo
VI, Discurso
de clausura del Concilio Vaticano II). Y si el hombre se hace Dios,
puede disponer libremente de su ser y de su sexualidad...Y quienes, azuzados por
las "redes" (esta vez aludimos a las que se propagan desde
"internet") presentan estos casos como salidos de la nada o de ayer,
están falseando la cuestión.
Notese que el mismo Mons. Viganò menciona en sus alegaciones a
"San" Juan Pablo II, lo que evidencia que no quiere reconocer la raíz
del problema. El "Santo" que proclamó que "todo hombre por la
Encarnación está unido a Cristo" no nos está diciendo otra cosa que no
importa cuál sea el pecado, ya hay salvación, sin necesidad de recurrir a la
gracia. Y así sus denuncias pasan a tener un mero aspecto de naturaleza
ofendida, sin otra connotación a lo sobrenatural, y de reclamo de una
"facción" (la "conservadora", que sólo pone énfasis
en la "vida" pero no en la "vida de la gracia" que
presupone la Fe íntegra).
Atento a ello, cabe preguntarnos a qué vienen los reclamos de los
cismáticos y cismáticos-herejes para que la FSSPX se pronuncie. Si lo hiciera
sin más, no haría otra cosa que sumarse a la prédica de los reduccionistas
"conservadores", omitiendo el problema de fondo; y en cuanto a
denunciar la raíz de los problemas que aquejan a la Iglesia, ya está más
que explicitada por su parte. Podrían alegar que el mal, probado éste en
toda la extensión que se denuncia (no nos olvidemos de ello), necesita
publicitarse a fin de erradicarlo.
Pero tampoco ello resulta claro, desde que la solución propuesta (la
"renuncia" del Papa) traería aparejada más dificultades que
soluciones: las de tener que establecer, nuevamente, si la renuncia sería
válida atento a que respondería a "presiones" (sumada a la de
Benedicto XVI, la que ya ofrece dudas); la elección de un nuevo Pontífice
el que, a la vista de la composición del Colegio cardenalicio, no presenta
buenos augurios; y por último, pero no menos importante, se vería como un
elemento propio de los sistemas políticos y no de la Iglesia como institución
divina, como bien lo han señalado otros.
Como siempre, los cismáticos y los cismáticos-herejes, quieren
adelantarse a la Providencia. No nos dejemos embaucar por sus insidias, ni tampoco por las de los carnales faltos de Fe. Abstengàmonos de sus trampas, seamos veganos.
Sucinto, sin circunloquios como corresponde al medio; y, sobre todo, prudente y sabio contenido. Felicitaciones.
ResponderEliminarEstimado anónimo: gracias por sus conceptos!
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