sábado, 15 de septiembre de 2018

Veganos


Esta vez dudamos en cuanto a salir al ruedo -contrastando con el prudente silencio oficial de la FSSPX en relación a las denuncias del Arzobispo Viganò- en tanto sería volver sobre aspectos ya elucidados desde esta bitácora. Pero puesto que no somos oficiales sino "oficiosos" -sólo en carácter de fieles de la FSSPX- y que a  los del cisma del "Non serviam" y a los de la herejía-cisma de la "Proditio" les llama la atención ese silencio, vayan nuestras consideraciones.

La crisis en la Iglesia no empezó con Francisco y si no enmarcamos las críticas a este último en un contexto de crisis de Fe que data de acaecida la muerte de Pío XII, con un punto culmen en 1969 con la instauración del Novus ordo missae -comienzo de la 'gran tribulación'- y cuyo final será por intervención divina no obstante los instrumentos humanos de los que El se valga, nada habremos entendido. 

El homosexualismo y sus tapaderas son en definitiva una crisis de Fe  la que, como acabamos de reseñar,  empezó hace más de cincuenta años. Así lo deja en claro San Pablo en sus Epístolas (Rm 1, 18-32) : "porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron  en sus razonamientos y su insensato corazón  se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos, cambiaron la gloria  del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén""Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío."

Y no nos referimos a los pecados individuales de esta naturaleza (o contra naturaleza, como prefieran), de los que se puede rastrear su existencia ya no sólo desde antes del Concilio Vaticano II sino, si se quiere, desde los inicios de la humanidad. Nos referimos al "lobby", a las "redes", al "establishment", a la "logia conciliar" la que, puesto que ha perdido la Fé, no reconoce el pecado ni tampoco teme a su castigo.

Así pues, que quede claro que en la base de estos escándalos está la falta de Fé o más bien, la sustitución de la Fe en Dios por la del hombre: La religión del Dios que se ha hecho hombre se ha encontrado con la religión (porque lo es) del hombre que se hace Dios” (Pablo VI, Discurso de clausura del Concilio Vaticano II). Y si el hombre se hace Dios, puede disponer libremente de su ser y de su sexualidad...Y quienes, azuzados por las "redes" (esta vez aludimos a las que se propagan desde "internet") presentan estos casos como salidos de la nada o de ayer, están falseando la cuestión. 

Notese  que el mismo Mons. Viganò menciona en sus alegaciones a "San" Juan Pablo II, lo que evidencia que no quiere reconocer la raíz del problema. El "Santo" que proclamó que "todo hombre por la Encarnación está unido a Cristo" no nos está diciendo otra cosa que no importa cuál sea el pecado, ya hay salvación, sin necesidad de recurrir a la gracia.  Y así sus denuncias pasan a tener un mero aspecto de naturaleza ofendida, sin otra connotación a lo sobrenatural, y de reclamo de una "facción" (la "conservadora",  que sólo pone énfasis en la "vida" pero no en la "vida de la gracia" que presupone la Fe íntegra). 

Atento a ello, cabe preguntarnos a qué vienen los reclamos de los cismáticos y cismáticos-herejes para que la FSSPX se pronuncie. Si lo hiciera sin más, no haría otra cosa que sumarse a la prédica de los reduccionistas "conservadores", omitiendo el problema de fondo; y en cuanto a denunciar la raíz de los problemas que aquejan a la Iglesia,  ya está más que explicitada por su parte. Podrían alegar que el mal,  probado éste en toda la extensión que se denuncia (no nos olvidemos de ello), necesita publicitarse a fin de erradicarlo.

Pero tampoco ello resulta claro, desde que la solución propuesta (la "renuncia" del Papa) traería aparejada más dificultades que soluciones: las de tener que establecer, nuevamente, si la renuncia sería válida atento a que respondería a "presiones" (sumada a la de Benedicto XVI,  la que ya ofrece dudas); la elección de un nuevo Pontífice el que, a la vista de la composición del Colegio cardenalicio, no presenta buenos augurios; y por último, pero no menos importante, se vería como un elemento propio de los sistemas políticos y no de la Iglesia como institución divina, como bien lo han señalado otros.

Como siempre, los cismáticos y los cismáticos-herejes, quieren adelantarse a la Providencia. No nos dejemos embaucar por sus insidias, ni tampoco por las de los carnales faltos de Fe. Abstengàmonos de sus trampas, seamos veganos.

2 comentarios:

  1. Sucinto, sin circunloquios como corresponde al medio; y, sobre todo, prudente y sabio contenido. Felicitaciones.

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  2. Estimado anónimo: gracias por sus conceptos!

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