«Conozco tus obras: no eres frío ni caliente.
¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca." Ap 3, 16
Dios detesta más a los tibios que a los malos.
Detesta más a la "Fraternidad San Pedro" en su reciente comunicado o
a la "Administración apostólica San Juan María Vianney" en la persona
de Monseñor
Rifan, que al propio Papa Francisco. Este último es conciliar de
formación y en la práctica, pero no anda navegando entre dos aguas, el
conciliarismo y el tradicionalismo, como hacen los primeros. En tal sentido,
destacamos el lúcido
artículo aparecido en el portal "Adelante la
Fe" , titulado "Francisco no se equivoca".
Claro está, esta observación que acabamos de
hacer no disculpa la maldad del Papa Francisco. Pero la paradoja es que si el
contenido del Motu proprio se hubiese acompasado con su título,
"Custodios de la tradición" y, en forma inversamente
proporcional, hubiese prohibido la misa novus ordo y dispuesto que la única
"lex orandi" de la Iglesia es la Misa inmemorial codificada por San
Pío V, esta medida hubiese sido absolutamente legítima y necesaria. Parecería
que estamos ante una de esas monerías del Diablo, adelantándose quizás a una
futura disposición en ese sentido, cuando llegue la "purificación del
Santuario".
Hemos leído una hipótesis un tanto descabellada
pero no inverosímil en cuanto a que la verdadera intención del Papa Francisco
sería la de favorecer a la Fraternidad San Pío X, a la que ya reconoció
administrativamente en Argentina y a la que concedió facultades de orden
sacramental.
Lo primero que debemos decir a esto es que, si
así fuera, el "fin no justifica los medios" (del mismo modo que se
nos dijera que la verdadera intención del ecumenismo conciliar es la de traer a
los no católicos al redil, puesto que los medios utilizados implican el no
proponer la Verdad...). Lo segundo, que la intención última podría no ser la de
favorecer a la Fraternidad San Pío X, sino la de constituir a esta en la
"reserva de indios" de la Tradición, para tenerla fuera de los
límites de la "incardinación" y quizás la de asestarle un golpe a
futuro (¿vuelta a la "excomunión"? ).
Una segunda hipótesis en cuanto a las
motivaciones del Motu proprio "Traditionis custodes" es la de que es
una decisión eminentemente "política" (de política eclesial), en
cuanto a que sería una forma de asestar un golpe a ciertos críticos de su
pontificado, que podríamos ejemplificar en un Mons. Viganò, en su calidad de representante de un cierto tradicionalismo. Nuevamente, si así
fuera, puesto que las críticas de este último son por lo general justas, el
proceder del Papa se apartaría, y por partida doble, de lo que es legítimo.
La nota que mencionamos al principio (cuyo título conlleva evidentemente ironía) tiene como explicación lisa y llana la de que el Papa quiere que todo el mundo católico se pliegue a lo que él cree, a los "dioses" a que aludimos en nuestra nota precedente, esto es, a la nueva misa, a los principios conciliares que la sustentan. Una forma de volver a 1970. Es lo más probable y tiene potencialmente un efecto bueno: hacer que los tibios dejen de serlo. Porque debemos dejar en claro que el problema no es la libertad de la Misa para todos sino que la misma debería en todos los casos ser acompañada de la verdadera doctrina.
Pero por lo visto, por los posicionamientos que evocamos, los tibios quieren seguir siendo
tibios y no están dispuestos a comprar "colirio".
Fíjese que en el poco tiempo que lleva vigente Traditiones Custodes, sólo observo efectos positivos: los tibios que usted señala no van a tener más alternativa que ponerse los pantalones o desaparecer y, por otro lado, muchos fieles, sacerdotes y obispos están despertando de la modorra birritual, dándose cuenta que la misa también conlleva doctrina y que esta no es la del Concilio.
ResponderEliminar¿tibios con "alternativas"?
Eliminar¿obispos despertando de la "modorra" heretica?
¿como se harian posibles tales cosas positivas ante la deformacion doctrinal modernista?
Sumados los "intereses" que marcan a fuego una "jerarquia" inmersa flagrantemente en el caos usurpador anti-cristiano.
Solo resta el Auxilio de la Gracia.
Ahi lo indicado en Fatima:
larga fila de Martires bajo los Brazos de la Santa Cruz.
Sin tapujos...
Anónimo: Dios lo oiga. Alguien comentó en otro blog algo así como qué bueno era el tono del artículo de la FSSPX aparecido en su portal de noticias ("De la reserva al zoológico"), el cual no apelaba a la "extinción de los línea media". Lo mismo pudo pensarse de nuestra primera nota respecto del Motu proprio TC. Pero nuevamente, que se lamente la vía (suprimir la libertad de la Misa para todos) no quiere decir que ésta no sea la gran oportunidad que se les ofrece a estos institutos semi- tradicionales o semi-conciliares a que se definan. Decía el P. Gregory Hesse: "Si la Fraternidad San Pedro o el Instituto Cristo Rey no afirman que el Novus Ordo es contra la Ley divina, entonces porqué celebran la Misa antigua? Porque es mas bella? Está bien! Están cuidando un Museo! "
ResponderEliminarSoy de la opinión que la FSSPX debe guardar distancia del tema, pues es una disputa entre los "línea media" y los progresistas. Su función debe ser acoger a los que lleguen y seguir su camino. Son quienes no vivieron la persecución y se acomodaron a lo obtenido con la sangre y sudor de los que nunca se arrodillaron ante Baal, quienes deben dar ahora dar muestra de su firmeza.
ResponderEliminarAnónimo: bien visto, con la sola precisión que ya comentamos de que la FSSPX no puede desentenderse del todo de algo en la que tuvo mucho que ver en su génesis (nos referimos a "Summorum pontificum"). Pero sí, "a río revuelto, ganancia de pescadores" ( de los buenos)
ResponderEliminarPuede ser que estemos sesgados en la apreciación, pero nos rechinó el video de los "jóvenes por la Misa tradicional" que todos aplauden en forma beata. Es del estilo de los lobbystas "por la vida", con una impronta neocon. Además de que aclaran por ahí de que "no se oponen a la validez ni desprecian la celebración del novus ordo..."(con la validez vaya y pase pero un verdadero católico debe rechazar al novus ordo por dañino e ilícito).
ResponderEliminarLos obispos de los países con mayor peso económico dentro de la Iglesia y con mayor presencia del resurgir de la Tradición, sea FSSPX, Ecclesia Dei o particulares, se han mostrado hasta ahora poco receptivos al nuevo mamaracho del motu proprio de Bergoglio. No quieren líos ni desarmar una corriente mas fructífera que la de ellos.
ResponderEliminarEn Iberoamérica, dominada por una cultura católica de teología de la liberación o del pueblo, con escasa formación catequética y seminarios y prelados apestados de modernismo, homosexualismo y sincretismo ecuménico al tope, puede esperarse una verdadera persecución de los grupos pro Misa Vetus y sus sacramentos. Ver Pto Rico, Costa Rica, y siguen en breve varios mas.
No es tiempo para tibios, sí sí, no no. Ya hubo un estado de necesidad patente que llevó a Lefebvre y Castro Mayer a dar el paso debido.
Hoy ese estado de necesidad es aun mucho mayor que 1988, con sinodalismo herético germano, pastorales gays, pachamamas entronizadas en San Pedro, lobby rosa correteando por los pasillos y camas del Vaticano y cientos de diócesis, y un etc que de verlo hoy Don Marcel no me extrañaría que los fulminara con una excomunión y anatema liso y llano, desde Bergoglio hasta el último burócrata de la fe conciliar.
Demos gracias que se terminen los grises y recemos para que muchos Ecclesia boys den el portazo y se vengan al lado seguro del Alcázar.
Daniel de la Fosa
Daniel de la Fosa: de acuerdo con su diagnóstico. De hecho, el Motu proprio les exige en su art. 3 apartado 1 : Comprobar que estos grupos no excluyan la validez y la legitimidad de la reforma litúrgica, de los dictados del Concilio Vaticano II y del Magisterio de los Sumos Pontífices; lo que ya se ha puesto en práctica mediante formularios con preguntas. Si lo hacen, es una apostasía clara.
ResponderEliminarLeyendo al Wanderer, uno se topa con una reflexión profunda sobre la belleza de la liturgia tradicional - que, ciertamente, trasunta su vínculo con lo divino - pero una incapacidad para sacar la conclusión obvia que se desprende de por qué la nueva liturgia es, según sus mismas palabras, vulgar y fea: la nueva liturgia no es divina, ni en su origen ni es su fin. De ahí que debamos rechazarla.
ResponderEliminarEsta gente, en su erudición, no quiere reconocer esa enemistad radical de la doctrina conciliar y su liturgia con la tradición, y por eso siguen enredados en una maraña de sentimientos contradictorios.
Me pregunto si después de gustar durante 14 años de cierta libertad de la misa antigua, Dios no está queriendo que den un paso más. Y eso es más apremiante en personas como el mismo Wanderer, que parece ser una persona sensata y de muy buena doctrina, pero que por algún motivo que se me escapa, no quieren terminar de romper vínculos con los apostatas y todavía esperan una paz imposible con ellos.
Anónimo de 7.00: Pienso exactamente igual a Ud.! Antes de recibir su mensaje había escrito a otra persona, en relación a las Misas de la FSSPX en París, en concreto en la Iglesia de Saint-Nicolas du Chardonnet, de que para mí eran "el cielo en la tierra" (iguales términos que utiliza Wanderer en su nota), pero le aclaraba a esta persona de que allí encontramos también una prédica íntegra. Que no basta sólo la belleza del rito. "En espíritu y en verdad" quiere Dios que lo adoremos. Y sí, este mal de la prohibición de la libertad de la misa para todos, me parece que es permitido por Dios para esa definición que deben hacer los tibios.
ResponderEliminarla siguiente respuesta que me diera el wanderer me prueba que, incluso entre los tradicionalistas, el tema de la maldad intrínseca del nuevo rito no es nada de claro. Lo juzgan un rito empobrecido, en definitiva, menos bueno y defectuoso, pero en ningún caso ilícito en sí.
ResponderEliminar"Estimado Anónimo, su pregunta es muy pertinente. Como dije en al inicio del post "Las razones son muchas, pero quiero en esta ocasión señalar una de ellas...". Si reducimos la preferencia de la Misa tradicional solamente a una cuestión de belleza, termina siendo una cuestión estética, como usted dice.
Con respecto al Novus Ordo, creo que en sí mismo es un rito empobrecido y aguado, manipulado y fruto del capricho de un puñado de especialistas, pero no creo que en sí mismo tenga un problema teológico grave. Seguramente, hay muchos aspectos teológicos propios de la Santa Misa que han quedado oscurecidos o nublados, pero creo que sigue siendo un rito válido, y que efectivamente se consagran las especies eucarísticas.
Afirmar que el rito de Pablo VI tiene un problema teológico grave es el paso previo para afirmar que es inválido. Y si ese sacramento es inválido, enseguida se afirmará que otros sacramentos --como la confirmación y el orden sagrado-- son también inválidos, con lo cual tendríamos que la Iglesia, desde hace más de cincuenta años, está sin sacramentos, excepción hecho de los reducidísimos grupos que guardaron el rito tradicional. Y no estoy de acuerdo de ningún modo con esa postura.
Además de ser feo y vulgar --lo cual sería una cuestión estética--, la objeción más profunda que hago al rito nuevo es, como dije, que es un invento, fruto de los caprichos de unos pocos y de un espíritu de época. Mi crítica es que pretende suplantar al rito tradicional, el que fue enriquecido con el paso de los siglos, el que puede ser identificado en sus elementos fundamentales con el que los cristianos romanos celebraban la misa en el siglo V. En pocas palabras, en que sustituye la tradición por un mero acto de voluntad humana.
¿Qué actitud tomar? En mi caso, mientras me es posible, asisto a la misa tradicional. Cuando no puedo hacerlo, voy a la misa nueva, buscando aquella que se celebra del modo más digno y piadoso. Y cuando, como ocurre lamentablemente con frecuencia, aún esto es imposible porque los sacerdotes la han convertido en un lastimoso espectáculo popular y meramente humano, me quedo en casa y santifico el domingo de algún otro modo".
Estimado: por ello escribimos la entrada que sigue
ResponderEliminar