Nuestra breve crónica de la gran peregrinación de la FSSPX a Fátima la titulamos "subida a Fátima". De igual modo, la culminación de esa peregrinación, que protagonizaran Sacerdotes y fieles del Distrito de América del Sur visitando distintas localidades de Italia, la podemos denominar "subida a Roma" (Roma es el centro de la catolicidad y una de las notas de la Iglesia es la de ser, precisamente, "romana").
Sabemos que se encuentra próxima una reivindicación de la FSSPX, la que supone un llamado de Dios a "subir" dónde El está. Lo que no podemos determinar con certeza es la naturaleza de ese llamado, pero tampoco desconocemos que la peregrinación a Fátima y su culminación (la que incluyó el oficio de la Santa Misa en Iglesias y Santuarios en Italia) constituyen en sí mismas un "subir" hacia dónde El está: donde quiso aparecer su Madre y donde quiso establecer la sede de su Iglesia y del Papado.
Tal "subida" es "a la vista de sus enemigos" (Ap. 11, 12) y éstos no dejaron de manifestar su odio y su impotencia, incluso recurriendo a la difamación contra los Sacerdotes que permanecen fieles al legado de Monseñor Lefebvre. En particular, el odio se centró en ver cómo paso a paso la FSSPX logra hacerse ver y recupera espacios. Si en los ochenta o noventa se nos hubiese anunciado que Sacerdotes de la FSSPX oficiarían la Santa Misa tradicional en Iglesias y Santuarios en Italia o en cualquier otra parte, hubiésemos exultado esperanzados con la reanudación, en la cuna de la cristiandad, de aquél mismo Sacrificio que fuera desvirtuado y luego proscrito en los hechos en Roma y desde allí en todo el orbe.
Pero claro, son las épocas de internet, el cual posibilita expresarse a los buenos (como los que gentilmente han colgado los estupendos vídeos y fotos de la gran peregrinación, a quienes agradecemos desde aquí) así como a los malos (como los cismáticos materiales seguidores del Obispo desertor con su deformada visión de las cosas). Y entonces vemos cómo el espíritu liberal de los discípulos de Coré se cuela aún entre las filas de la ya bastante depurada FSSPX. Así por ejemplo, es significativo observar cómo a algún pretenso sitio afín a la FSSPX se le "olvidó" reportar lo atinente a tan grandes eventos.
Y ante los hechos que hablan por sí solos nos encontramos con la "excusa" de que estos indudables avances son a cambio de un supuesto "silencio". Esta perspectiva no sólo desconoce el valor infinito de la misma Santa Misa tradicional, capaz de irradiar y de distribuir gracias enormes aun cuando se la acompañe de un sermón "neutro", sino también el contenido de los sermones pronunciados tanto en Fátima como en Italia, los cuales fueron profundamente doctrinales, sólo que de doctrina que no es grata a todos los oídos: llamado a la santidad personal a imitación de los santos, llamado al martirio (la fidelidad al ideal de Monseñor Lefebvre es hoy una forma de martirio) y un recuerdo de la nota de la romanidad, con todo lo que ella evoca (sumisión necesaria al primado de Pedro en lo que es legítimo).
No incurro en "difamacion" alguna; ni apaño.
ResponderEliminarNo dudo de sus intenciones.Ahora como antidoto contra el "mareo" vayan estas recetas:
Mons. Lefebvre: “Los sacerdotes que quieren permanecer católicos, tienen el estricto deber de separarse de la iglesia conciliar, hasta que ella redescubra la Tradición de la Iglesia y la Fe católica”
Carta al Card. Gantin: …nosotros jamás quisimos pertenecer a ese sistema que se califica a sí mismo de Iglesia Conciliar y se define por el Novus Ordo Missae, el ecumenismo indiferentista, y la laicización de toda la sociedad. Sí, nosotros no formamos parte, nullam partem habemus, del panteón de las religiones de Asís; nuestra propia excomunión por un decreto de Vuestra Eminencia o de otro discasterio no sería más que la prueba irrefutable. No pedimos nada mejor que el ser declarados ex communione, fuera de la comunión, del espíritu adúltero que sopla en la Iglesia desde hace veinticinco años, excluidos de la comunión impía con los infieles."
La perdiz
Veamos anónimo de la perdiz:
ResponderEliminarLa difamación a la que hacemos mención no provenía de usted sino de cierto blog. No le pedimos que apañe, sino que revea completamente su posición.
La cita de Mons. Lefebvre la entiende de modo equivocado y supone que no capta el alcance del término 'Iglesia conciliar': nosotros lo hemos definido -en la línea de Mons. Lefebvre- como un cuerpo doctrinal con soportes humanos: eso es el 'sistema que se define a sí mismo por el novus ordo, el ecumenismo y la laicización...".Y lo que hace la FSSPX es separarse de ese cuerpo doctrinal, lo que le valió la 'excomunión'. Pero en ningún caso se habla de separarse de la disciplina, ni menos aun del cuerpo de la Iglesia, como hacen los sedevacantistas. Recuerde: el Falso profeta ('Iglesia conciliar') 'habla como el dragón' (está claro) pero 'tiene cuernos como el Cordero' (los cuernos simbolizan el poder o la potestad).