Lo decíamos, la Revolución no se detiene. El cisma williamsoniano (neo re$i$tencia) ya tiene varias "denominaciones": el "cardocisma" (del nombre del agrio P. Cardozo); "palidez de ideas"; "contra la Inmaculada"; el "faiferismo"; el "apostolado cismático", etc. Como defensores del luteranismo williamsoniano original quedaron "Non serviam" y "Compendio de errores".
Los partidarios de Girolamo Savonaméramo (de la sedevacancia) esperan con ansias que alguien les reconozca que han sido los primeros en la disidencia...
Era previsible, porque los mueve el mal espíritu, el de la discordia. Recemos por ellos.
ResponderEliminarEs una lástima y una tristeza sobre-embargante ver al tradicionalismo tan enconadamente dividido.
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