[Hemos editado la primera parte y nos limitamos a comentar la carta de la Comisión "Ecclesia Dei"]
El Comunicado de la Casa general agradece el gesto papal el que a su vez no hace otra cosa que recoger el principio (bien decimos, el principio) para la validez y licitud del Sacramento del matrimonio: que éste sea celebrado ante el párroco o su delegado, con la presencia de dos testigos y reconoce que esta circunstancia alcanza también a los Sacerdotes de la FSSPX en ciertos casos.
Lo primero que sobresale es que este "reconocimiento" en nada afecta ni niega la jurisdicción de suplencia invocada por la FSSPX y basada en la "causa justa" de los fieles (ya decía Mons. Lefebvre que los Sacerdotes de la Fraternidad no se arrogarían jurisdicción propia sino sólo la de suplencia en virtud del pedido de los fieles). Esta solución nada tiene que ver con estructuras canónicas o reconocimientos como el presente, rige siempre en la Iglesia cuya máxima es que "la salvación de las almas es la ley suprema".
De hecho, la "causa justa" debe ser ponderada en cada caso: a vía de ejemplo, somos de la opinión de que el Sacramento de la Confesión es perfectamente válido y lícito con un Sacerdote "oficial" siempre y cuando nos conste que confiere la absolución (las dudas de orden doctrinal pueden perfectamente ser evacuadas fuera del Sacramento ante Sacerdotes ortodoxos y lo único que se requiere para el penitente es la acusación de sus pecados con la debida contrición y el propósito de enmienda). Y sucede lo mismo con el Sacramento del Matrimonio, donde el peligro para la Fé podría estar en una mala preparación de los futuros cónyuges (de ahí que el Comunicado de la Casa General recuerde que la misma seguirá siendo privativa de la FSSPX) y no en la sola presencia de un Párroco "oficial" en la ceremonia de celebración del Sacramento.
Claro está, puede haber excepciones que hagan necesaria la ocurrencia a Sacerdotes de la FSSPX en invocando la aludida "causa justa" : necesidad de confesar alguna falta que tenga que ver, en forma mediata o inmediata, con la crisis de la Iglesia en el primer ejemplo [esta era la situación antes de la autorización del Papa Francisco respecto de las confesiones en la FSSPX]o una prédica adrede errónea en algún Presbítero o su falta de sacralización en el segundo ejemplo o, como menciona la nota aclaratoria propuesta por la misma FSSPX, el desconocimiento que se tenga del referido Presbítero.
Lo segundo, esta disposición es evidentemente provisoria, siendo que se comenta que Roma ya tiene en mente una estructura canónica para la FSSPX consistente en una Prelatura personal en cuyo caso la solución definitiva debería pasar por una delegación formal por parte del Obispo local a los Sacerdotes de la mencionada estructura para celebrar válida y lícitamente todos los Sacramentos en el rito tradicional.
Dicho esto, sigue vigente la necesidad de extremar la atención en cada una de las proposiciones romanas, a fin de estar seguros de que lo que se reconozca implique siempre el mantener a la FSSPX tal cual ha sido desde sus fundación y continúa siéndolo al día de hoy, mal que le pese a los cizañeros.
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ResponderEliminarDe la intencion ultima del Sr. Superior General jamas se duda?
EliminarSiempre ¿Es lo que dice?
Y se cumplira a rajatabla?
No es prolijo cimentar sobre intenciones ajenas.
La intención última del Superior General se ha ido decantando con el tiempo y hoy en día es clara: si Roma nos reconoce tal como somos, el reconocimiento canónico debe aceptarse.
EliminarPara un católico ese criterio no es renunciable: todos debemos sumisión al Santo Padre en lo que es legítimo.
La 'prolijidad' importa poco y nada cuando se trata de establecer la Verdad.
Atte
La razón de la corrección es que se estaría confirmando el carácter subversivo de la Nota de los Priores, al haberse leído en los centros de Misa en Francia sin autorización del Superior de Distrito el que habría enviado recientemente una carta a todos los Sacerdotes del Distrito denunciando la misma. Se estaría confirmando así que la intención última era cismática (en relación a las autoridades de la FSSPX y del Papado)
ResponderEliminarSubversivos, cismaticos, intencion espurea.
EliminarDESOBEDIENTES. Desautorizados.Galicanos.
No iran a la Roma "conciliar"
Sr. Anónimo: pero irán a la Iglesia "williamsoniana"; en cambio la FSSPX se quedará donde siempre estuvo, en la Iglesia una, santa, católica, apostólica y romana.
EliminarUna lástima, por el calibre de las personas involucradas. Yo creo que, sobre todo en Francia y su clásico galicismo, debe haber un número no despreciable de curas de la FSSPX en desacuerdo con la posibilidad de llegar a un acuerdo con Roma. Firman los priores porque son los que deben tener la espalda un poco más blindada. Especialmente lamentable es lo de las cabezas de las órdenes amigas, que son los que menos velas tienen en este entierro, pero manifiestan su claro y cuasi cismático escepticismo al respecto.
ResponderEliminarEl camino ha dejado ya varios en el camino en un proceso de depuración de la misma FSSPX y creo que esta vez no va a ser la excepción.
Estas insubordinaciones y escisiones en la FSSPX son un fenómeno que veo desde afuera, con mucha ignorancia de lo que sucede de hecho en la institución. Sin embargo, por los datos que se manifiestan, se observa una pendiente que describió un cura de la FSSPX: resistencia -> resistencialismo -> desobediencia progresiva -> cisma. Lo digo con tristeza y además aclaro que suelo ser muy cauto en emplear el término “cisma”.
ResponderEliminarSaludos.
Estimado Francisco: es así, el único elemento positivo es la depuración que se produce aunque sigo sin entender porqué estos Sacerdotes permanecen en una Institución cuya línea ahora es más que clara.
ResponderEliminarEstimado Martin: exacto. Nosotros hablamos de "intención cismática", esto es que materialmente es cismática. Ya hemos hablado que puede haber por allí alguna causa de justificación, pero la misma nunca es alegada por los disidentes. En todo caso, el núcleo de los disidentes, conocido como "resistencia", sí que lo es, puesto que transforma esa causal (el 'miedo grave') en algo objetivo cuando es subjetivo: marcar distancia es una cosa, pero ya consagrar Obispos sin autorización del Papa es otra (esta vez sin ningún fundamento objetivo). Somos conscientes de que, llegado el caso, y si para ese momento no ha operado un reconocimiento, la propia FSSPX podría verse obligada a efectuar una consagración episcopal, pero sería con el mismo motivo que el de Mons. Lefebvre (la supervivencia de la Tradición)