viernes, 4 de noviembre de 2016

El desvarío del Padre Fortea


O también podríamos denominar esta entrada: el Padre que Flirtea (con los enemigos de la Iglesia).

Todo ello a raíz de una nota publicada en el sitio neocón "Infovaticana" que se titula "El rico tema del encuentro con los luteranos" (sic) en el que hace el panegírico de dicho encuentro ecuménico.

Nos vamos a detener en la argumentación principal, centrada en la "caridad" y pretendidamente fundada en la enseñanza de Cristo contenida en la parábola del "hijo pródigo" (Lc15, 11). Dice el Padre: 

"El padre que abrazó al hijo pródigo ¿no estaba favoreciendo el relativismo? ¿No estaba diciendo, según estos, que daba lo mismo ser un hijo fiel que infiel? ¿No debería haberle pedido antes de abrazarle una petición formal de retractación, una humillación pública?"

La diferencia esencial radica en que el hijo pródigo se muestra sinceramente arrepentido de su pecado: "Me levantaré, iré a mi padre , y le diré: 'Padre, he pecado contra el cielo y delante de tí. Ya no soy digno de ser llamado  hijo tuyo. Hazme como uno de tus jornaleros" no así, en el caso,  los luteranos.

El Padre Fortea vacía la parábola de la enseñanza que Cristo nos quiere trasmitir y la reduce a una historia meramente humana, en la cual el padre, aun sin conocer las intenciones de su hijo al regresar a la casa paterna, y estando su hijo "todavía lejos", lo ve y corre a su encuentro. Pero resulta que la enseñanza es la de que el Padre celestial, que lo conoce todo y por pura misericordia, nos perdona aun antes de la confesión sacramental (si hay contrición perfecta): "Por la sola contrición sobrenatural un converso puede obtener de Dios el perdón de sus errores culpables y entrar nuevamente en gracia con El. Pero lo normal es que el pecador repare públicamente sus faltas" (en lo que se conoce como "abjuración")

Por tanto, en la parábola, no se favorece el relativismo ni se dice que es lo mismo ser un hijo fiel que uno infiel. Quien hace el primer movimiento es el hijo pródigo, que decide volver a la casa paterna.  En cambio, al Papa Francisco no le consta que los luteranos se hayan arrepentido y es él quien hace el primer movimiento, como si en la parábola, al padre se le hubiese ocurrido ir a dónde estaba el hijo pródigo. 

Así las cosas, mal que le pese al Padre-que-flirtea, quienes deben abjurar son ahora los luteranos, de su cisma, y el Papa Francisco, de su apostasía.

9 comentarios:

  1. Clarisimo.Cisma luterano y apostasia bergogliana.

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  2. Fortea es un caso difícil, por decir lo menos.

    A este, a diferencia del cura, le ha caído la ficha:

    http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1611030444-consejos-a-los-catolicos-fasc#more32005

    A su modo, claro está. Cosa que en el fondo me alegra. Espero no caer en la actitud de hermano mayor del hijo pródigo respecto del venezolano.

    Saludos.

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  3. Estimado: dice Ud. bien, "a su modo". Le ha caído la ficha de que denominamos "neocones" a los conservadores (a veces las etiquetas un poco burdas dan resultados positivos). Y sí, es probable que el autor de "Apologética católica" se haya vuelto un "neo tradi", de los que sólo ven la afrenta a la moral de Francisco, pero se olvidan de las afrentas a la liturgia y a la Fe de ciertos 'beatos' o 'santos'. Es que el "falso profeta" se visualiza como todo un ente que nació en 1959-60 o no se logra entender bien lo de ahora. Pero bienvenida sea la intelección de la tribulación, aunque sea en parte y mientras (ahí sí estoy de acuerdo con el autor) no se desemboque en resistencias o sedevacantismos. Saludos

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  4. En la vida hay etapas y cada uno las transita a diversa velocidad. Un paso importante que podría dar el apologeta es ponerse en el lugar del otro: lo que él está experimentando con Francisco, otros lo sufrieron a partir de la finalización del Vaticano II. Que la imposibilidad de encontrar continuidad entre AL de Francisco y FC de Juan Pablo II, es semejante a la que constataron muchos entre el magisterio pre-concicliar y el conciliar. Dios dirá…
    Saludos.

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  5. A Fortea antes lo encontraba tonto. Ahora lo encuentro tonto y malo. A lo mejor de tanto exorcismo terminó poseso.

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  6. Estimado Martin: muy cierto lo que dice, a mi me pasó con el novus ordo, por diversas influencias que recibí.

    Estimado Francisco: cuanto menos es, como dice Martin, un caso difícil. Sólo que ahora destila veneno contra los "tradicionalistas"...

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  7. Pero cómo es esto!? Si a mi el otro día en la "facu" me enseñaron que había sido "solo un malentendido"!

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  8. ¿Será "neocona" por casualidad?

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  9. jaja Francisco, tal cual.... Fortea se metió demasiado en el terreno del diablo con esa summa escabrosa que escribió y no salió indemne de ello, total que no edifica saber tanto del diablo y en cambio si saber sobre como cultivar la vida interior.

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