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1. Reverendo Padre: ¿por qué se necesita otro Obispo de la Resistencia? ¿Subsiste un estado de necesidad en la Iglesia? ¿No le basta a la Iglesia con los Obispos tradicionalistas de la FSSPX, cono afirma la misma Fraternidad?
La Iglesia necesita Obispos, pues así lo quiso Nuestro Señor . Luego, la Tradición necesita Obispos [la Iglesia necesita Obispos válidos y lícitos]. El trabajo que hace Mons. Williamson desde 1988 es enorme. La ayuda que trae Mons. Faure es indispensable, y un tercer Obispo no está demás. La Tradición llegó a contar con siete Obispos cuando Mons. Lazo, de Filipinas, se pasó a la Tradición antes que Mons. Lefebvre y Mons. Antonio de Castro Mayer fallecieran. La Resistencia no es otra cosa sino la Tradición que continúa [la Resistencia no es otra cosa que un cisma respecto de las autoridades de la Iglesia, a la vez que una rebelión respecto de las autoridades legítimas que encarnan la Tradición]
2. Algunos dicen que su consagración constituirá un acto cismático. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Así como las consagraciones de 1988 no constituyeron un acto cismático [por estar amparadas en un "estado de necesidad"], de igual forma esta consagración tampoco lo constituirá [sí es un acto cismático, porque no está amparada en ninguna causa de justificación]. La razón que motivó las primeras es la misma que motivó las otras, o sea, el hecho de que Roma no quiere volver a la Tradición [falso: lo que motivó las primeras fue la necesidad de perpetuar la Tradición, lo que se veía comprometido al no reconocer Roma a al menos un Obispo de la Tradición; lo que motiva estas últimas es lo contrario, el no querer ser reconocidos por Roma]
Evidentemente, tanto esta nueva consagración como la de Mons. Faure podrán ser criticadas, mas para quien considera atentamente las razones, se trata de consagraciones motivadas por el mismo motivo que las de 1988: el hecho de que la cátedra de San Pedro está ocupada por enemigos de Nuestro Señor. Es un hecho doloroso, pero es un hecho. Negarlo prueba irrealismo, acusación hecha por Mons. Fellay a sus tres hermanos en el episcopado: Mons. Williamson, Mons. Tissier y Mons. de Galarreta.
Esta nueva consagración no tiene sino los motivos que hicieron actuar a Mons. Lefebvre, ni más ni menos. La única diferencia está en las circunstancias especiales en relación con las autoridades de la Fraternidad, pero en relación con Roma y la crisis, las razones son idénticas en todos los sentidos [falso: si en 1988 hubieran existido Obispos tradicionales, como es el caso hoy con Monseñores Fellay, Tissier y de Galarreta, no habría sido necesario consagrar otros sin autorización del Papa]
3. Padre: el año pasado, con motivo de la consagración de Mons. Faure, la FSSPX dijo que la Resistencia es sedevacantista, y que eso se demuestra al consagrar Obispos sin permiso de las autoridades romanas. ¿Su respuesta a esta otra acusación?
De la misma forma que Mons. Lefebvre no era sedevacantista, así la Resistencia no es sedevacantista, aunque en su seno haya, como por lo demás siempre hubo en la Fraternidad San Pío X, simpatizantes de esta tesis [la Resistencia es sedevacantista práctica, por cuanto dice obedecer al Papa pero en los hechos lo desobedece en su poder de gobierno]
4. Padre: ¿cuál es su posición ante el sedevacantismo?
Pienso que la posición de Mons. Lefebvre a ese respecto es la más sensata y la más prudente. El Papa no puede usar de su autoridad para destruir la Iglesia. Luego, nosotros no le obedecemos en esta obra. Nosotros nos negamos a tener parte en la destrucción de la Iglesia. En cuanto a decidir si el Papa perdió su pontificado por causa de esto, es una cuestión disputada. No tenemos las premisas para sacar una conclusión que excluya todas las dudas. Ahora bien, en la duda, es mejor no afirmar que la sede está vacante y considerarlo como Papa [no se trata de lo que 'es mejor' sino de que el sedevacantismo no se sostiene: sea porque la pérdida del oficio requiere una declaración de una autoridad para efectivizarla, sea porque se traduce en la negación de los dogmas de la perpetuidad de los sucesores de Pedro y de la visibilidad de la Iglesia]
5. El año pasado preguntamos a Mons. Faure que haría si fuera invitado al Vaticano por el Papa Francisco. Ahora le hacemos a Usted la misma pregunta. ¿Iría? ¿A decir qué a Francisco?
¿Ir a Roma? Sólo si fuese para preguntar si las autoridades romanas aceptan Quanta Cura, Syllabus, Pascendi, etc., pero creo que por ahora la respuesta ya fue dada y ella es negativa [si el Papa invita a un súbdito, éste debe acudir al llamado. Luego se verá qué clase de orden se nos impone: si es legítima se debe obedecerla, si no lo es se debe desobedecerla]
6. El profesor Carlos Nougué ha publicado un breve artículo acerca de la su vida, en el que menciona el incidente de las presiones que Usted recibió por parte de las autoridades de la FSSPX por negarse a cantar el Te Deum en celebración del motu proprio Summorum Puntificum (julio de 2007). ¿Nos puede contar algo más sobre ese episodio y acerca de otros en los que Usted haya sufrido presiones por parte de los jefes de la FSSPX?
Lo que pasó en Santa Cruz cuando Mons. de Galarreta estuvo aquí, sugiriéndome dejar el monasterio, es algo bien complejo, donde entran varios factores. Solamente Mons. de Galarreta podría decir exactamente todas las razones que lo movieron a darme aquella sugerencia. La cuestión doctrinal pudo haber estado envuelta, mas no hay certeza, ya que Mons. de Galarreta estaba, en principio, contra los acuerdos. Tal vez la libertad y justa independencia del monasterio inquietase a Mons. Fellay. Mons. de Galarreta dio como motivo las vocaciones para el monasterio, pues mientras yo fuese prior los Padres en Brasil no mandarían vocaciones.
7. Reverendo Padre: ¿su experiencia en la abadía de Le Barroux le ha servido para fortalecer sus oposición a la deriva rallié o acuerdista de la FSSPX?
Sí, hay una semejanza entre la admiración de Dom Gérard por el entonces Cardenal Ratzinger y la admiración o, al menos, la consideración que Mons. Fellay tiene por Benedicto XVI.
Dom Gérard decía que Mons. Lefebvre se quedada enfadado en su rincón al negarse a entrar en contacto con los representantes de Roma, y que el Cardenal Ratzinger era un hombre con el que era posible tratar. Dom Gérard no conocía al Cardenal y no quiso aprovechar la experiencia de Mons. Lefebvre. Pienso que Mons. Fellay ha cometido el mismo error. Los consejos y pareceres de los antiguos son algo fundamental en la vida. Santo Tomás, al hablar de la docilidad, señala esta disposición de alma que debemos tener para con los ancianos. Vale la pena leer el artículo 3 de la cuestión 49 da IIª IIae. Es muy instructivo. Dom Gérard no tuvo en cuenta los avisos y advertencias de Mons. Lefebvre. Mons. Fellay actuaría de manera bien distinta si los meditase también, pienso yo. Esta cuestión merecería todo un estudio sobre la actitud de Roma para con Mons. Gérard y para con Mons. Fellay. Pienso que a los dos faltó la prudencia de Mons. Lefebvre [la situación de los monjes de Le Barroux así como la de los demás institutos que se acogieron a "Ecclesia Dei" es la de un "estado de necesidad" latente al no contar con la seguridad de obtener un Obispo tradicional para su supervivencia; éste no es el caso de la FSSPX hoy en día]
8. ¿Nos puede contar cómo se produjo el quiebre entre su monasterio y la FSSPX el año 2012?
La separación entre nuestro monasterio y la Fraternidad fue gradual, debido a más de un incidente. Pero fue en 2012, cuando tanto yo como el Hno. Arsenio escribimos sobre los acuerdos, y sobre todo cuando Mons. Williamson estuvo en nuestro monasterio y recibió todo nuestro apoyo; que la ruptura se hizo.
Sin embargo, nosotros guardamos buenas relaciones con algunos miembros de la Fraternidad San Pío X que ven el problema, aunque ellos piensen que es mejor permanecer en la Fraternidad por ahora.
9. Padre: Usted conoció a Mons. Lefevre. ¿Nos puede decir unas palabras sobre él?
Mons. Lefebvre poseía la fuerza y la tranquilidad de los que tienen certeza de lo bien fundado que está lo que ellos están haciendo, y esto unido a una gran disponibilidad para atender a las almas. Su tranquilidad venía de la solidez de su fe y de su buen sentido. La certeza genera la tranquilidad. Ahora bien, la certeza de la Fe es superior a todas las otras. De ahí esa suma tranquilidad que Mons. Lefebvre presentaba en todas las ocasiones. Él era un verdadero Obispo, tal como lo describe San Pablo, que actuaba de modo que salvara su propia alma y la de aquellos que oían sus palabras y sus consejos. Su divisa resumía bien su persona y su acción: Credidimus Caritati.
10. ¿Cómo explicaría Usted el cambio que se ha obrado en la FSSPX respecto de la posibilidad de un acuerdo práctico con Roma, y qué piensa que sucederá con la Fraternidad?
Pienso que hay miembros de la Fraternidad San Pío X que quieren un acuerdo y que vienen trabajando en este sentido hace muchos años.
Tal vez fue para salvar a la Fraternidad de una ruptura interna que Mons. Tissier y Mons. de Galarreta aceptaron el cambio de lo que había sido decidido eN el Capítulo General de 2006.
Lo que sucederá con la Fraternidad sólo Dios lo sabe. Rezo para que ella vuelva a su primer fervor, mas será difícil una vuelta atrás.
No conviviendo con los miembros de la Fraternidad, tengo dificultad en dar una opinión fundamentada. Por lo que oigo y por lo que llego a leer, creo que a Fraternidad intentará un equilibrio un tanto inestable, compuesto de legalidad y de fidelidad. Mas ellos lucharán en el terreno escogido por el enemigo. Táticamente no es muy inteligente. La libertad de predicar contra los errores de La Santa Sede quedará (ya está) paralizada. Además de eso, Mons. Fellay parece pensar diferentemente de Mons. Lefebvre, apesar de que él lo niega. Esto es mortal para la Fraternidad San Pío X. [todas estas consideraciones son meras conjeturas, opiniones y difamaciones sin fundamento]
11. Reverendo Padre: ¿se puede hablar de verdadero y propio liberalismo en la FSSPX, o eso es una exageración?
Aproximándose a Roma no hay como evitar un cierto liberalismo [obedecer un marco canónico no implica per se el aceptar los errores liberales]
12. Padre: ¿cómo definiría usted la Resistencia y cómo ve el futuro de ella?
Yo definiría la Resistencia como la fidelidad a Mons. Lefebvre y a Mons. Antonio de Castro Mayer. La Resistencia es la Tradición, o es la parte más sana de la Tradición o, al menos la parte de la Tradición que rechaza más claramente la idea de un acuerdo prático sin que Roma haya vuelto a la Tradición [la Resistencia, al desobedecer una eventual orden legítima de Roma, se pone voluntariamente en estado de cisma]
El futuro de la Resistencia está en la fidelidad a las enseñanzas de Mons. Lefebvre y de Mons. de Castro Mayer, o sea, a las enseñanzas del Magisterio infalible de la Iglesia. Gracias a Dios tenemos a Mons. Williamson y a Mons. Faure com nosotros, pues ellos fueron escogidos por Mons. Lefebvre y siempre fueron discípulos fieles del fundador de la Fraternidad San Pío X.
13. ¿Cuáles serán sus prioridades cono Obispo?
Dar los sacramentos y asegurar la predicación de la fe [los que serán administrados en forma absolutamente ilícita]
14. ¿Cuál será el lema de su escudo y la explicación del mismo?
El lema será “Veritatem Dilexisti” (Amaste la Verdad), sacado del Salmo 50. El escudo es el reverso de La medalla milagrosa, con las doce estrellas (los doce artículos del Credo y los doce Apóstoles), la cruz, la “M” de María Santísima, y los Sagrados Corazones.
Brasil tuvo por nombre, en el inicio, “Tierra de la Santa Cruz”. Ese es también El nombre de nuestro monasterio.
Nuestra congregación fue dedicada, en el siglo XIX, por nuestro fundador, el Rev. Padre Jean Baptiste Muard, a los Sacratísimos Corazones de Jesus y Maria.
15. Finalmente, Reverendo Padre, ¿quisiera Usted enviar un mensaje a los tradicionalistas, y, en particular, a la Resistencia?
¿Un mensaje? Estudien las obras de Mons. Lefebvre y aprendan de sus ejemplos. Mons. Lefebvre es el Padre Le Floch y el P. Le Floch es el Magisterio: es el amor del Magisterio de la Iglesia. Sólo así se vencerá al liberalismo y al modernismo.
Además de eso, lean y procuren entender los grandes autores antiliberales, sobre todo los que mejor entendieron los errores del mundo moderno, como Mons. Antonio de Castro Mayer, Mons. Williamson y también Mons. Tissier, que expone con precisión la extraña teología de Benedicto XVI y que nos dio la biografía de Mons. Lefebvre, sin olvidar los antiguos autores, cuya lista sería demasiado grande. Recordemos solamente a Mons. Vital, el gran Obispo brasileño amigo de Mgr. Ségur que combatió vigorosamente a la masonería, y por causa de eso fue preso y tal vez envenenado, pues murió poco después de salir de la prisión, con graves problemas digestivos. Recordemos también a Mgr. Pie y, para los brasileños, Gustavo Corção, cuyo libro, El Siglo de la Nada, debería ser conocido por todos. Corção entendió bien el mal del siglo: la mentira, ya que él decía que el siglo XX podría ser llamado el siglo de la mentira. El remedio a este mal está en su contrario: “Veritatem dilexisti”.
Querido Padre, agradecemos profundamente a Dios, a su Santísima Madre, a San José Protector de la Iglesia, y a San Benito; por la gran bendición que para la Resistencia implica su consagración. Pedimos a Dios que le dé un episcopado sumamente fructífero . Agradecemos a usted el haber aceptado tan pesada carga y a Mons. Williamson y a Mons. Faure porque lo consagrarán cono sucesor de los Apóstoles. Deo gratias! ["el que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama" Mt 12, 30]