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sábado, 2 de abril de 2022

"Nunc dimittis" de la Tradición y despedida del blog


La consagración de Rusia por el Papa y todos los Obispos significó el "Triunfo del Corazón Inmaculado de María", tan anhelado por muchos durante tanto tiempo y respecto del cual se editaron tantos libros, folletos, estampas, etc. Decimos que significó el "triunfo" puesto que Nuestro Señor mismo, a la pregunta de porqué no convertía a Rusia sin necesidad de la consagración, respondió: "porque quiero que toda mi Iglesia reconozca esta consagración como un triunfo del Corazón Inmaculado de María". Pero el 'triunfo' se concretará cuando Rusia se convierta y haya paz en el mundo y, en ese instante, se asocien  los portentos con la simple ceremonia realizada el 25 de marzo pasado.

 

A su vez, la concreción de las promesas representará el 'triunfo' del combate de la Tradición católica, puesto que, como analizaremos a continuación, la conversión de Rusia se enmarca en la conversión final de la 'gentilidad' y la paz mundial es la 'paz mesiánica' tantas veces aludida en las profecías vetero y neotestamentarias. De suerte que, el acto del 25 de marzo pasado, aniversario de la muerte de Monseñor Lefebvre, puede ser considerado como su "Nunc dimittis". Cuando el Santo Simeón vió al Niño Jesús en su presentación en el Templo de Jerusalén, exclamó: “Ahora, Señor, puedes dejar que tu siervo vaya en paz…porque han visto mis ojos tu salvación...” (Lc 2, 29-32)

 

La consagración de Rusia calza perfectamente con los tiempos apocalípticos que mencionamos en nuestro Album: la "Iglesia de Laodicea", la última, en la cual Cristo está "a las puertas"; "Sexto Sello", el de la 'gran tribulación' que llega a su fin con el 'gran día del furor"; "Séptima trompeta" que hace alusión al último 'ay', el cual vendría a ser la herejía modernista y a las calamidades que le ponen fin; "Sexta plaga" que nos refiere la convocatoria para "Armagedón" y nos previene "mira que vengo como ladrón". Esto es, estamos en las vísperas del fin de los '1260 días' simbólicos de la profecía de Daniel y de su equivalente neotestamentario (Ap 12),  lo que se conoce como "Juicio de las naciones", "Día de Yahweh", "Resplandor de su Venida" y que supone la caída de las "Bestias apocalípticas" (Ap 19, 20),  seguida por la de todo "Principado, Dominación y Potestad" (1 Corintios 15, 24).

 

Y aquí emerge un primer cuestionamiento: ¿cómo será posible que a un acto de consagración le sigan tamañas calamidades? La respuesta más prudente que podemos dar es la que ya hemos adelantado, en cuanto a que la 'justicia divina' y la 'paz' no son incompatibles. Otra respuesta implicaría adentrarnos en el farragoso tema del 'arrebato' (1 Tes, 4, 13-17) o bien sopesar la advertencia de Cristo de 'velar y orar' a fin de que seamos "dignos de escapar de todas estas cosas que han de suceder" (Lc 21, 36).

 

Otra duda que asalta es la del orden en que tendrán lugar los acontecimientos. La "conversión de Rusia" no la vislumbramos como un simple acuerdo con las autoridades -quizás hasta sin 'abjuración' previa-, con un 'marco canónico' que podría ser un 'Patriarcado' y con una coexistencia con el modernismo imperante actualmente. No se corresponde ello con la fuerza de la palabra 'conversión' utilizada por la Santísima Virgen. La "conversión" sería un hito que marcaría el "fin del tiempo de los gentiles" (Lc 21, 24), seguida de cerca por el final o 'apresamiento' del "Falso profeta" o "Iglesia conciliar" y convergiendo en la  conversión de los hebreos (Rm 11, 25).

 

Y todo ello junto, representando lo que San Luis María Grignon de Montfort profetizó en su "Oración abrasada": "El reino especial de Dios Padre duró hasta el diluvio y terminó un diluvio de agua; el reino de Jesucristo terminó por un diluvio de sangre; pero vuestro reino, Espíritu del Padre y del Hijo, continúa actualmente y se terminará por un diluvio de fuego, de amor y justicia".

 

Ante tal perspectiva, nos ha parecido que el blog ha cumplido el rol que se asignó ya en su "primera época", el de apuntalar al "remanente fiel", y que se prosiguió en la "segunda época" con el énfasis puesto en los mensajes de Fátima y en la realidad apocalíptica en que vivimos. Es tiempo de mantener la "lámpara encendida", no sea que cuando lleguen las Bodas, nos encuentre dormidos (Mt 25, 1-13).


jueves, 11 de noviembre de 2021

Nuestro comentario al capítulo II de la mini serie documental sobre el Apocalipsis



Continuamos nuestro comentario, esta vez al capítulo II de la mini serie documental sobre el Apocalipsis producido por 'Caravel films', recientemente estrenado. Sin afán de ser reiterativos, valoramos positivamene la calidad técnica de la misma.

En cuanto al guión, de entrada vemos que los autores se apartan del nuestro en el 'primer jinete' o caballo blanco: ellos dicen que se trata de la Cristiandad, nosotros del Falso Cristo (precursor del Anticristo). En una entrevista anterior, el Director de la Serie menciona la necesidad de que las interpretaciones tengan una 'coherencia interna'  y sostiene que puesto que en el capítulo 19 quien figura cabalgando un caballo blanco es el mismo Cristo, pues entonces éste también ha de significar algo 'bueno'. 

El mismo P. Castellani  desestima la comparación con el Jinete de Ap 19: "en lo único que se parecen es en el Caballo; todo lo demás difiere", si bien propugna la idea de que el mismo significa la propagación del Evangelio. Nosotros decimos que la coherencia está en afirmar que los cuatro jinetes representan males, los cuales -todos ellos- son un calco del 'discurso escatológico' de Mateo 24, el cual ubica a los falsos Cristos en primer lugar (versículo 5).

Lo otro que advertimos es que la exégesis que hacen los autores importa unos sellos no secuenciales, sino autónomos o bien de carácter acumulativo. El punto que nos inclinó a nosotros por una interpretación secuencial es la del mismo discurso escatológico de Mt 24, el cual también lo es: luego de los falsos Cristos (caballo blanco), describe las  "guerra y rumores de guerra" (caballo rojo), luego el hambre (caballo negro), tribulación y muerte por causa del Señor (caballo pálido), necesidad de 'perseverar hasta el final' (quinto sello), 'grande  tribulación' coincidente con una 'abominación de la desolación' (sexto sello), continuación del tiempo al consignar que 'ni la habrá más', esto es en referencia a una tribulación espiritual (séptimo sello). Sobre esta base, no descartamos una cierta acumulación de los males (en nuestro 'Album' mencionamos esta característica al aludir a la 'continuación de la persecución' en el quinto sello).

En donde se profundiza la divergencia de exégesis entre ellos y nosotros es en el sexto sello.  Para nosotros, el sexto sello es la 'gran tribulación', la cual da inicio con un 'gran terremoto' (el mismo que Ap 11, 13), cuyas referencias temporales hemos brindado en el Album. Esto es, las señales cósmicas son en principio simbólicas y describen la 'crisis de la Iglesia' con la 'supresión del Sacrificio perpetuo' (que ellos no quieren ver como ya realizada y por ello distraen la atención con las prohibiciones 'temporales' a causa de la 'pandemia', prohibiciones que en la mayoría de los casos recayeron sobre lo 'que causa desolación', vale decir, el 'Novus ordo').

Para  ellos este sello representa la 'Parusía' y más todavía el 'Juicio universal' (sic) y ''renovación de todas las cosas', con lo que dan a entender que creen en la tesis 'Milenarista' y en la 'palingenesia'. En realidad este sello refiere, hacia su final, al comienzo del 'Día del Señor' (el cual es posterior a la 'gran tribulación'), pero no implicaría  propiamente la 'Parusía' ('Venida visible en gloria y majestad') según nuestro estudio (aquí). 

Este último aspecto es de dífícil abordaje y contamos con la condena del Santo Oficio en cuanto a sostener una 'Venida visible para reinar'. Por ello nosotros preferimos la expresión 'Resplandor de su Venida', que sortea la condena pero a la vez da a entender que el accionar de Dios bien puede calificarse como 'Venida' ("¿cuando Cristo venga hallará Fé en la tierra..?":  Lc 18, 8) por constituir su emanación.  Esta intervención divina seguida de un 'Reino de paz' es sostenida por Santo Tomás de Aquino, San Luis María Grignon de Montfort, el P. Arminjon, entre otros. Asimismo San Bernardo Abad habla de una 'Venida intermedia' (entre la primera y la última). 

No  desconocemos que nuestra posición presenta alguna dificultad de exégesis en cuanto a su correspondencia con Mt 24, 30,  Lc 21, 27 y Ap 1, 7 que hablan de una Segunda Venida visible para todos para "inmediatamente después de la tribulación de aquellos días", sin mención alguna a un Reino o tiempo de paz, el que sí está mencionado en otros pasajes. Esta dificultad podría ser soslayada sin caer en el 'Milenarismo' literal si abrimos la posiblidad de que el Reino de paz constituya un 'milenio discontinuo', que lo será, puesto que Satanás estará encadenado, eso sí, definitivamente. Porque decir 'discontinuo' equivale a decir que su ubicación lógica es en el único 'Milenio' que nace con la Iglesia, con lo cual esta Segunda Venida sería la final y única. En todo caso, preferimos tener que lidiar con esta dificultad de exégesis y no con una condena de la Iglesia, la cual por otra parte se muestra justificada al menos en el alcance dado al 'Milenio' por los 'milenaristas', con una extensión de 'mil años' literales y con una 'revuelta final' inexistentes.

En cuanto a la 'media hora' del séptimo sello, a nuestro entender y por lo dicho, no supone una 'pausa' previa a una 'persecución final' (o 'Milenio') tal como lo sostienen los autores de la serie. Mons. Straubinger, que no sigue esta teoría, afirma que el sexto sello no es abierto sino después del séptimo sello, puesto que identifica a este sello con la 'gran tribulación', la cual es clausurada en el sexto sello. 

Nuestra interpretación difiere de la de ambos: hemos dicho en el Album que serían los 'prolegómenos' del 'Reino de paz'. En efecto, las señales cósmicas refieren a la caída del Anticristo, pero aparentemente no es todavía el final de 'todas las potestades enemigas' y allí estaría la explicación de porqué serán 'bienaventurados' los que esperen a '1335 días' (y no a los '1260' o '1290' días) en la profecía de Daniel 12, 12. Y explicaría el sellamiento de los 144000 en la tierra entre el sexto y el séptimo sello, esto es, estos serían preservados del 'Día de la ira' como presupuesto para ingresar al Reino terrestre.

viernes, 10 de septiembre de 2021

Etiquetas III

Una aclaración previa, en la presente secuela, suprimimos dos de las anteriores "etiquetas" ("acuerdismo" y "resistencia")  por carecer de actualidad y las sustituímos por la de "Neo tradis" (aunque a decir verdad, aquéllas "etiquetas" dicen relación con ésta, por otros motivos que veremos a continuación).

1- "Neo tradis"

Los así llamados "Institutos tradicionales" (Fraternidad San Pedro, Instituto Cristo Rey, Fraternidad San Felipe Neri, Instituto del Buen Pastor entre otros) emitieron un lamentable comunicado en respuesta al motu proprio "Traditionis custodes".  Es lamentable  porque no va a las causas  (aun cuando se puedan lamentar las consecuencias) y protesta aferrarse a los principios que trajeron estos males o peor aún, condesciende con ellos: «Reafirmamos nuestra adhesión al magisterio (incluido el del Vaticano II y lo que sigue) según la doctrina católica del asentimiento que le corresponde», se lee en el comunicado. Adviértase que no es la "lectura a la luz de la Tradición" (que podría 'salvarlos' a ellos pero no los exime de denunciar o criticar los errores que en él se encuentran), ni la mentada "hermenéutica de la continuidad" (una forma de hacerle decir al Concilio lo que éste no dijo, esto es, una falsedad que pretende disculpar a sus autores). No, en este caso, se dice que se presta un "asentimiento" (para un Magisterio "mere auténtico" no vinculante en caso de presentar errores) que supone o implica aceptación (poco importa si es solo al nivel privado o del fuero interno). Como corolario, aceptan el "birritualismo", contrariando el deseo explícito de la "Bula Quo primum tempore" en el sentido de que hubiera "un sólo rito" en la Iglesia latina, condescendiendo con el rito equívoco y vulnerador de la doctrina "de fide tenenda" que implica -entre otras- la de no separar el tabernáculo del altar. Por fin, la plañidera de dirigirse al Papa con sus mismos argumentos (apelando al "diálogo" y a la "misericordia") como si éstos no constituyeran meros vocablos carentes de sustantividad tendientes a desfigurar la  doctrina genuina en relación a ambos.

2- Papado

Se rumorea de que al Papa le quedarían pocos meses en su oficio, bien sea por motivos de salud o de renuncia voluntaria. Lo cual, en forma subliminal (consciente o no) como que se desea por parte de quienes vierten la noticia. A esto decimos y reiteramos (lejos de la fijación de algunos) de que Francisco no es el peor de los Papas conciliares.  A vía de ejemplo, el reciente Motu proprio no hace más que retrotraer las cosas a 1969-1970, cuando Pablo VI suprimió de hecho la liturgia tradicional y la sustituyó por el rito equívoco.  Rito que tuvo su plena expansión en el largo pontificado de Juan Pablo II, el cual "excomulgó" a quienes querían mantener el rito inmemorial, y rito que fue celebrado siempre por Benedicto XVI pese a su declarada "simpatía" por lo tradicional, creando perplejidad entre los fieles.

3- Fátima

Las apariciones y sus mensajes han quedado sepultadas en el olvido por parte de las autoridades modernistas y,  nos parece a nosotros, han sufrido también cierta marginación en ámbitos más tradicionales, Sin embargo, la promesa del "triunfo" final sigue estando allí, junto con la discutida "séptima aparición" allí mismo dónde ocurrieron los acontecimientos (Cova da iria). A la vista de la realidad -cotejada con la interpretación que hacemos del Apocalipsis- pensamos que la "aniquilación de muchas naciones", no es otra cosa que el resultado del "Juicio de las naciones" y de que a raíz de este o en ese contexto, el Papa sobreviviente haría la consagración de Rusia en las condiciones pedidas por la Virgen. La expresión "al fin" vendría a coincidir pues con el "fin del tiempo de los gentiles" y la entrada de la "totalidad" de éstos a la Iglesia, seguida en forma inmediata por la conversión de los hebreos (Rm 11, 25).

4- Apocalipsis

Hemos actualizado el Album con unas pequeñas notas en relación a los "tres heraldos de los juicios de Dios"  en el capítulo XIV. Seguimos manteniendo reserva en cuanto a los componentes del "misterio de iniquidad". En relación a ello y a la actualidad, recomendamos un artículo de Juan Manuel de Prada sobre la "marca de la bestia" y su supuesta identificación con las vacunas del covid-19. Sabemos que el final de las Bestias se aproxima, pero debemos precisar, respecto de lo informado en la misma "etiqueta" de la entrada segunda, de que no habrá "reivindicación" de los Testigos, no al menos en el sentido que podría dársele en nuestra interpretación anterior sobre estos personajes: la "resurrección"  de éstos "a la vista de sus enemigos" aconteció con el nacimiento de la FSSPX, luego de que los enemigos de la Iglesia se figuraran que la "Iglesia pre conciliar" estaba "muerta". El final de los "1260 días" simbólicos nos depara en cambio una multiplicidad de eventos de altísima repercusión: los relatados en la etiqueta que precede ("Juicio de las naciones" a manera de "siega": "Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado , porque la mies de la tierra está madura" Joel 3. 13, Ap 14, 20), la "purificación del Santuario" (Dn 8, 14)  y la instauración del Reino mesiánico. 

martes, 30 de marzo de 2021

Nuestro comentario al capítulo I de la mini serie documental sobre el Apocalipsis (III)


Antes de proseguir con el comentario, reiteramos que la crítica que hacemos al video en modo alguno supone un demérito para la producción audiovisual, la que por otra parte y dado el medio utilizado,  tiene potencialidad de llegar incluso a no católicos para su instrucción. 

Lo que es de lamentar es el hecho de que se haya perdido la oportunidad de ajustar la interpretación de las Escrituras a la realidad. Aunque ello hubiere supuesto el dejar de lado, por un instante, la exégesis del P. Castellani. El mismo,  sin perjuicio del mérito de haber condensado y conferido autoridad a ciertas explicaciones de autores pasados (por caso, las "trompetas" como herejías, etc), no es ni ha sido "profeta" infalible del último libro de la Revelación, no habiendo percibido, entre otros, el pasaje de la Iglesia de Filadelfia a la de Laodicea mediando los cambios sufridos por la Iglesia en la misma época que él vivía.

Decíamos que había algunos otros errores que no se explicitan pero que se pre anuncian en el video. Pues bien, se trata, en concreto, del hecho de postergar la aparición del Anticristo y de rodear la misma de unas connotaciones de persecución sangrienta que ciertamente están en el imaginario colectivo y que han sido postuladas por algunos autores, pero que no deja de estar completamente alejado de la verdad.

En nuestro Album, si bien mantenemos reserva en cuanto a los principales componentes del "misterio de iniquidad", dejamos traslucir que ese Anticristo ya está entre nosotros y que su persecución, no obstante alcanzar a veces a los cuerpos, se concentra en las almas, habiendo Satanás aprendido la lección que menciona Tertuliano de que "la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos". Por ello, cuando el video prevé como futura la aparición del Anticristo y le otorga un carácter de persecución sangrienta a su reinado, equivoca el rumbo.

De hecho, el obrar primordial de aquél se dirige a pervertir o desnaturalizar (abolir)  la Fe y la Liturgia: "proferirá palabras contra el Altísimo, oprimirá a los santos del Altísimo y pretenderá mudar los tiempos y la Ley" (Dn 7, 25). Todo esto ya es historia y ocurrió todo a lo largo de las últimas décadas del siglo pasado, estando ahora en los estertores. 

Algunos que no quieren ver esto, no tienen más remedio que inventarse "Anticristos" o buscar el cumplimiento de las profecías en sucedáneos. Así por ejemplo, el candidato para lo primero pasa a ser, indefectiblemente, el Papa Francisco (el cual, con todos sus errores -muchos de los cuales se deben a una deficiente formación- no es el peor de los Papas conciliares) y para lo segundo, se busca el cumplimiento de la "supresión del Sacrificio" no en el Novus ordo sino en la prohibición circunstancial de la Misa a causa del covid o en la prohibición reciente de las Misas en el recinto vaticano, etc

En forma concomitante, el video comete el error de difuminar el "remanente fiel", queriéndolo identificar con los "tradicionalistas" en sentido amplio. Rescatamos que en el pasaje en que se explaya sobre el tema figure el Arzobispo Marcel Lefebvre. Toda la exégesis de los tiempos finales apunta a que ese "remanente" es muy circunscripto: tiene fecha de nacimiento y es expresión fiel de los Testigos del tiempo final (cuyo accionar se corresponde con el "segundo ay" y que luego se proyecta al "tercer ay" o segunda mitad de la última "semana de años" a que alude el profeta Daniel). 

Respecto de estos últimos, recomendamos nuestra entrada "A vueltas con Elías " la que  se ve reforzada por el Capítulo XIV del Apocalipsis en el pasaje relativo a los "tres heraldos de los juicios de Dios", que se pueden corresponder con los Testigos que mencionamos (recuerden que Benedicto XV está entre ellos, por su impronta misionera propia de "Filadelfia") desde que se dice que el primero "tenía que anunciar un Evangelio eterno para evangelizar a los que tienen asiento en la tierra...", al igual que el "tienes una puerta abierta" de Ap 3, 8. Lo interesante es destacar el comentario de Straubinger en el sentido de que los tres ángeles "serían, según el sentir de muchos autores eclesiásticos, tres grandes predicadores,  y este primero sería en tal caso Enoc..." El tercero bien podría ser Mons. Lefebvre, ya en la época anticrística actual. 

La mayoría de los exégetas ubicaron al Anticristo en la Iglesia de Laodicea, por ser la última que se describe y por la expresión "estoy a la puerta y llamo". Debemos reiterar, puesto que ya lo consignamos en el Album, de que somos "intervencionistas no milenaristas" (a la par que Santo Tomás, el Abbé Arminjon, etc). Esa intervención ha sido denominada "juicio de las naciones",  puesto que se trata, ciertamente, del Jinete en el "caballo blanco" de Ap 19, 11. Pero  no debe confundirse con la venida en las "nubes del cielo" para juzgar a vivos y muertos y el juicio final del "gran trono" de Ap 20, 11.

lunes, 29 de marzo de 2021

Nuestro comentario al capítulo I de la mini serie documental sobre el Apocalipsis (II)

Ya nos hemos referido a lo que para nosotros es un error en la secuencia de las "cartas a las siete Iglesias" que exhibe el video que comentamos,  error que,  tal como consignamos en comentario al pie de la entrada anterior, es tanto más de lamentar cuanto que el propio P. Castellani señalaba que los contemporáneos de las profecías estamos en mejor condición que los antiguos para explicar las profecías, no por méritos intelectuales sino por tener ante nuestros ojos lo que antes estaba velado.

Pero en este error (hay otros que no se explicitan todavía pero se pre anuncian) subyace el error fundamental del "milenarismo espiritual o mitigado" el que,  tal como sugerimos en el párrafo anterior, no por el hecho de haber sido sostenido por el P. Castellani debe ser incorporado como una verdad, cuando los acontecimientos actuales nos permiten efectuar otras aplicaciones del texto sagrado. Porque convengamos desde ya que el problema no es la existencia de un tiempo o Reino de paz para después de la caída del Anticristo, sino el de conferirle sin más a ese tiempo o Reino las características del "Milenio espiritual" que le otorga el P. Castellani (y otros autores antes que él) como ser una duración cuasi matemática de "mil años" y la existencia de  una "revuelta final" (de "Gog y magog"), que entonces vendría a ensombrecer el triunfo final de Cristo en su Parusía...

Digamos de entrada que el "milenarismo espiritual" no fue nunca una doctrina común (si así lo fuera hubiese sido parte del depósito infalible de la Fe). Es cierto que Padres de la Iglesia de gran renombre, especialmente en Asia menor, lo sostuvieron, como ser Papías, Justino, Ireneo, Melitón de Sardes, Hipólito de Roma, Ambrosio, Lactancio y el mismo San Agustín en su juventud. Pero siempre fue rechazado por la Iglesia oficial  de Roma (excepto el caso de Hipólito). Justino, por otra parte, se expresa a título particular cuando sostiene su milenarismo : "yo, por mi parte..." , lo cual da a entender que no es opinión común la de sostener esa postura, y afirma que "muchos cristianos, de la pura y piadosa sentencia, no admiten estas ideas". 

De más está decir que el "milenarismo espiritual" tampoco fue sostenido "siempre" tal como se desprende de la crítica de San Jerónimo o de la obra de madurez de San Agustín o  de los decretos del Santo Oficio de 1941 y de 1944 por los cuales "el milenarismo o quialismo (aun mitigado o espiritual) no puede ser enseñado con seguridad" o la fe de la Iglesia, que no conoce más que dos venidas de Cristo y no tres.

El término clave para explicar el capítulo XX del Apocalipsis es el de "encadenamiento" de Satanás. El mismo no es un absoluto que implique, como lo sostuvo el P. Castellani, una ausencia de todo mal. La imagen que lo aclara, atribuida al mismo San Agustín, es la de que el demonio es como el perro atado a  la cadena, que sólo va a morder a quien se le acerca y ello es una constante en toda la historia de la Iglesia. Cristo ya venció: "el príncipe de este mundo ha sido juzgado" (Jn 16, 11) y por ello está "encadenado", pero llegará un tiempo (el actual) en que los hombres se verán más tentados de acercarse a él, poniendo en peligro su alma.

Sabemos (con Santo Tomás y otros autores) que para después del Anticristo hay una victoria temporal de la Iglesia, donde los hombres no volverán a acercarse en demasía a ese "perro encadenado", por lo que bien puede ser llamado "milenio",  pero que sería un "milenio discontinuo" porque , como dijimos, toda la época desde Cristo debe ser considerada "milenio", exceptuado el "poco tiempo" dado a Satanás para una mayor acción, tal como se desprende de la propuesta que formuló el demonio a Cristo en visión que relata León XIII: "de setenta a cien años para destruir a tu Iglesia" y que fuera concedida por Cristo. Dicho sea de paso, el exorcismo inspirado de León XIII a resultas de esa visión, impreca, para nuestro tiempo, "que Satanás no seduzca más a las naciones". Pero en ningún caso hay una doble "soltura de Satanás" (una para la época anticrística -que precede la Parusía- y otra para el final de un pseudo milenio post parusíaco).

viernes, 26 de marzo de 2021

Nuestro comentario al capítulo I de la mini serie documental sobre el Apocalipsis



En un post precedente habíamos hecho alusión al entonces proyecto de mini serie documental sobre el Apocalipsis producido por Caravel TV que ahora reproducimos. Allí mostrábamos nuestro beneplácito por el proyecto, sin dejar de percibir un cierto paralelismo -en la concepción- con nuestro Album del Apokalypsis, al tiempo de advertirles de la premura con la cual debían llevar a cabo el proyecto (una vía indirecta para indicar que nos encontramos en el final del final de los tiempos, por si no lo habían asumido).

Retomando entonces aquellas consideraciones, ante el primer capítulo ya publicado en la red, nos permitimos efectuar, en esta ocasión, las siguientes:

La idea, desde el punto de vista técnico, nos parece muy bien lograda, por lo que felicitamos desde aquí a los cineastas. Lo interesante es que la red cuenta con millares de videos sobre el tema, la mayoría concebidos por protestantes, los cuales distorsionan, como no puede ser de otra manera, el enfoque dado al Apocalipsis o a los tiempos del fin. Con esta producción se salva la carencia que existía en esta materia en ámbitos católicos. 

Desde el comienzo vislumbramos (sin tener prueba fehaciente de ello) que pudimos haber servido de inspiración para la idea, por el paralelismo con nuestro Album, que dejamos dicho. No pretendemos con ello tener "derechos de autor", pero habríamos visto con buenos ojos que los guionistas hubieran realizado una suerte de "ateneo" con aquellos que nos hemos adentrado en estos temas, al menos los de habla hispana. 

De una tertulia de ese tipo, hubiese resultado claro que hay un quiebre entre las Iglesias de Filadelfia y de Laodicea que no es la Segunda Venida, puesto que el "estoy a la puerta y llamo" significa, como lo señala Straubinger, que "lo que aquí se indica es, con mayor apremio, lo mismo que las cartas precedentes", esto es, precisamente, la Parusía, la que por tanto, a diferencia de lo que se afirma en el video, no tiene lugar en Filadelfia. Como señalan todos los comentaristas, la Iglesia de Filadelfia es la única que no merece reproche alguno de Dios, claro está, por su fidelidad a la Doctrina, aun en medio de las mayores asechanzas de sus enemigos. Repetimos que las "cartas a las siete Iglesias" describen a los fieles pero también a su jerarquía. De hecho, si la "Revolución francesa" fue de tales consecuencias que permiten ubicarla como el final de la "Iglesia de Sardes" y el comienzo  de la "Iglesia de Filadelfia", con más razón la "Revolución francesa en la Iglesia" (Concilio Vaticano II) ha de representar ese "quiebre" que introduce la "Iglesia de Laodicea".

Quizás ello exija, de nuestra parte, el explicar porqué la característica de nuestro tiempo es la "tibieza", la cual aparentemente sería incompatible con las herejías que hicieron eclosión con el Concilio Vaticano II y de las cuales fueron fieles exponentes los "Papas conciliares". En realidad, los mismos fueron (y son) profundamente liberales y fueron  capaces de exponer, a la vez, las más osadas herejías junto con alguna que otra reafirmación de lo tradicional (por caso, "Humanae vitae" para Pablo VI u "Ordinatio sacerdotalis" para Juan Pablo II). En tal sentido, no son "ni fríos ni calientes", lo que no los excusa, y los hace merecedores de ser "vomitados de la boca" del Señor (Ap 3, 16).

Asimismo, anticipamos que, al no seguir esta secuencia, los autores se verán enfrentados a dificultades de exégesis en los capítulos siguientes, por cuanto todo en el Apocalipsis sigue una línea lógica. De hecho, nos parece a nosotros que ninguno de los septenarios alude al "Reino de paz" : este es incompatible con cualquier "tibieza" y es definitivo (no hay "revuelta final"); los sellos culminan con el misterioso "silencio de media hora" que más parece a un preámbulo que a un estado definitivo o de larga duración; las trompetas finalizan con lo que para nostros es el último "ay", el que a su vez señala la segunda mitad de la última "semana de años" o "gran tribulación" (en la que nos encontramos, por si hay algún despistado) y las copas o redomas finalizan con la caída definitiva de "Babilonia". De ello se sigue que no se menciona en ninguna parte, en estos capítulos,  al pseudo "milenio" ni siquiera a nuestro "Reino de paz" (de duración corta y sin revuelta final). 

La explicación de esta omisión que acabamos de describir es compleja. Pero pensamos que todos los septenarios se terminan con el "resplandor de la Venida" de Cristo, que es ya la Venida (en forma anticipada a la Venida física, del mismo modo que la Resurrección de Cristo precedió a su Ascensión o, para ejemplificarlo con la liturgia, la oblación que es ya un anticipo de la Presencia real), pero no se enfocan en la misma sino en lo que la precede. Por lo dicho, las "cartas a las siete Iglesias" no podrían divergir del resto en este tema. 

Nuestro sistema ofrece fechas tentativas para el desenlace, las que mantenemos y reafirmamos con nuevas iluminaciones, aunque claro está, con el inconveniente de que, hasta tanto ello no se produzca, los escépticos llevarán la delantera..."he aquí que vengo como ladrón" (Ap. 16, 15)

lunes, 25 de mayo de 2020

Los temas y los tiempos se acotan

Una de las ventajas del confinamiento ha sido el que algunos dieran rienda suelta a su pluma y de que podamos así conocer el secreto de sus corazones. Tal es el caso de Sacerdotes o seglares del llamado mundo 'neo tradi', que son 'tradicionalistas' (al menos en lo litúrgico) 'tardíos' (los une el 'único malo' del Papa Francisco) pero con claros 'resabios modernistas' (el tótem sigue siendo Juan Pablo II, aunque en algunos este conforma uno solo con Benedicto XVI).

En aquellos, si hubiera mediado buena fe, el papado de Francisco debería de haber oficiado como lección de la clarividencia y del buen proceder de la Fraternidad San Pío X, puesto que esta fue la primera -como institución de la Iglesia con a su frente un Obispo- en denunciar la existencia de errores en el Concilio Vaticano II y en la actuación de los Papas conciliares (porque lo de Asís no es solo un pecado también es herejía pública), desvelando así la "papolatría". Ello porque Francisco demostró que en un acto en apariencia magisterial  (e.g "Amoris laetitia") puede haber errores y que su actuación (e.g la adoración de la "pachamama") es prueba de lo segundo.

Citamos del blog de la mecha-que-se-apaga, el que acota las diferencias entre la FSSPX y Roma: "Hay un cúmulo de razones, pero ahora sólo señalo dos ámbitos fundamentales: 1) Diferencias dogmáticas: la FSSPX oficialmente no acepta el dogma de la infalibilidad del magisterio ordinario y universal, por ejemplo operando en el Concilio Vaticano II, lo cual la hace caer en una postura herética, sorprendentemente análoga en este aspecto a la de los protestantes y modernistas. 2) Diferencias políticas, que también están vinculadas a cuestiones doctrinales, porque los herederos de mons. Lefebvre continúan luchando unívocamente por la defensa y aplicación de la noción de un estado católico confesional, contra las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Ahora bien, si tengo que señalar el punto neurálgico, el cruce de caminos, el frente de combate, en el que estos dos ámbitos de diferencias entre la Santa Sede y la FSSPX se ponen de manifiesto del modo más claro es el concepto de Libertad Religiosa."

En cuanto a la alegada primera razón: es una falsedad patente. Nos remitimos aquí a una entrada nuestra en el pasado que delimita expresamente lo que debe entenderse por "magisterio ordinario infalible" y que claramente deja afuera de él todas las novedades conciliares. Nótese  que además de carecer de sustento en la Verdad revelada, las tales novedades pudieron carecer de la nota de "universalidad"  por la misma oposición de la FSSPX a estas novedades y asimismo de la de "constancia" por su carácter novedoso con respecto a lo enseñado siempre por la Iglesia. 

En cuanto a la alegada segunda razón, vamos a recurrir al documento de la FSSPX "Hojitas de Fe" N° 312, el cual es de una claridad meridiana sobre los errores del tándem-tótem Juan Pablo II-Benedicto XVI al respecto de la confesionalidad del Estado y del concepto de "libertad religiosa".


Decimos también que los tiempos se acotan, esto resulta palmariamente de nuestra exégesis expresada en el Album del Apokalypsis, en el cual consignamos, en lo referente a las "siete Iglesias": 'Las "cartas a las Siete Iglesias" refieren a etapas de la Iglesia así como a los cristianos de cada una de ellas, si bien tanto las admoniciones como las alabanzas pueden dirigirse a los cristianos de  todas las épocas. Nos basamos en la exégesis del P. Castellani, excepto para las dos últimas Iglesias, en las que nos permitimos hacerle modificaciones'.

Ahora resulta que nos enteramos de un proyecto, a cargo -en la parte de asesoría espiritual- de unos "Sacerdotes" que se dicen de la "Tradición"  para exponer una interpretación del Apokalypsis en formato audiovisual, con esta expresión de motivos: "Nos limitamos a la interpretación del experto, aportando solamente aquellos aspectos de nuestra época que el Padre Castellani no puedo ver con sus propios ojos". Nos suena conocido...pero bienvenida sea la empresa, quedaremos a la espera de sus resultados para confrontarlos con los nuestros, aunque desde ya les advertimos que quizás no les dé el tiempo...porque sabemos que queda poco: "Si aquellos días no fueran acortadosnadie sería salvo, pero serán acortados por causa de los escogidos" (Mt 24, 23-24)

miércoles, 20 de mayo de 2020

Mas sobre la Mujer en el desierto



Toda la actuación de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X se explica a luz de la escatología, aunque por lo general ella misma no es o no ha sido consciente de tal aspecto. Es cierto que algunos han visto el paralelismo evidente con los "apóstoles de los últimos tiempos" que profetizó San Luis María Grignon de Montfort, o de la figura de Mons. Lefebvre con el "Prelado que habrá de restaurar el espíritu de los Sacerdotes" en la profecía de Nuestra Señora del Buen Suceso, pero no ha ocurrido lo mismo con las profecías de las Escrituras.

Nos convence la exégesis a la que arribamos en cuanto a categorizar a la FSSPX como los "Testigos resucitados" y como núcleo del remanente fiel representado en el "hijo varón" y luego en la "Mujer en el desierto". Su nacimiento coincide con la "Supresión del Sacrificio y la colocación de la abominación en el lugar santo". Esto es, se trata no de la invalidez del nuevo rito, sino de su ilicitud, por vía de desvirtuar el Sacrificio mediante numerosas adiciones y supresiones que, en su conjunto, obtienen tal resultado. Aún cuando no sea posible aseverar que aquel contiene herejías, lo cual no sería el caso por tratarse de una norma de 'disciplina general' que conlleva una infalibilidad 'negativa' (no así 'positiva'), sí es posible sostener que la misma se 'aleja en conjunto y en detalle de la teología católica de la Misa', tal como lo deja dicho el 'Breve examen crítico' suscrito por los Cardenales Ottaviani y Bacci.

Es de destacar que para los "Santos Padres" el "Templo" que sería objeto de las fechorías del Anticristo es la "Iglesia católica" y no un supuesto "Templo de Jerusalén" reconstituído (¿en qué quedó si no, la maldición a Juliano el Apóstata?). Si pues, la Misa tradicional estaba de hecho prohibida pero no de Derecho como lo vino a recordar Benedicto XVI décadas después, que por consiguiente el "indulto" era ilícito por abuso de poder y que finalmente, la supervivencia de dicho rito inmemorial era una necesidad absoluta por vía del "estado de necesidad" cuyo ejemplo nos lo dio el mismo Cristo al "curar en sábado" (Lucas 14, 1-6), las consagraciones episcopales de 1988 estuvieron plenamente justificadas.

Respecto de este evento, podemos decir que encuentra su cumplimiento con el relato del "Dragón" y la persecución que éste realiza a la "Mujer" que había dado nacimiento al 'hijo varón'" de Ap 12. Resulta curioso ver cómo el mismo Juan Pablo II se expresaba del siguiente modo con motivo de la beatificación de Francisco y de Jacinta: «El mensaje de Fátima es una llamada a la conversión; apela a la humanidad para que no siga el juego del dragón, cuya cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipita sobre la tierra" (Ap 12, 4). Así pues, el mismo está confirmando nuestra exégesis de la actualidad de esa profecía. Pero lo peor es que Juan Pablo II "siguió el juego del Dragón" más que ningún otro, al querer "arrastrar" a la FSSPX en la "corriente general" si no hubiese sido porque la "tierra vino en su ayuda".

Ahora bien, la "operación supervivencia de la Tradición" también tuvo un componente doctrinal. Porque convengamos que de nada sirve (y en su caso, no obliga) una 'Misa tradicional' que no vaya acompañada de una prédica católica. Y aquí aprovechamos a rectificar un comentario nuestro en el pasado por el cual dábamos por cierto el cumplimiento del "precepto dominical" en cualquier rito tradicional. Lo de una prédica cien por ciento católica no es un invento de la FSSPX, puesto que es dogma católico que la 'integridad' de la Fe (ahí tienen a los 'integristas') es necesaria para la salvación y si el oficiante de la Misa tradicional no portase esa Doctrina íntegra no estaría cumpliendo su deber y estaría llevando al error a sus ovejas.

Luego, hemos leído comentarios que tienden a ridiculizar el aislamiento querido por Dios para ese remanente a efectos de que el mismo se vea "fuera de la vista de la Serpiente", comparándolo con alguna película de ficción (e.g "la Aldea"). Debemos precisar (como lo hicimos ya en la primera época del blog) que el "desierto" al cual es llevado el remanente fiel no es uno físico como podría ser el desierto de Moab u otro (tesis del P. Lacunza y del P. Castellani) ni tampoco un alejamiento de las instituciones de la Iglesia en cuanto actúan en forma legítima, como resulta de la fundación de la FSSPX como "Unión pía" reconocida por la Iglesia desde el instante mismo de su nacimiento,  del rezo constante en las Misas por el Papa y los Obispos diocesanos y de los contactos permanentes con las autoridades a efectos de que estas revean sus errores doctrinales. Es un símbolo de la protección (de eso se trata las "dos alas de águila" reminiscencia de Deut 32, 11), contra los errores de la "Iglesia de Laodicea".

El otro aspecto interesante de la profecía de la "Mujer en el desierto" es que ésta tiene "otros hijos" además del "hijo varón", "los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús", lo que condujo a algunos exégetas (los ya nombrados Padres Lacunza y Castellani) a sostener que en la "Mujer" se veía representada la religión mosaica y a los hebreos convertidos de los últimos tiempos, con lo cual el "resto del linaje de ella" no podían ser otros que los cristianos. A nosotros nos parece que esta interpretación no es del caso, puesto que se hace referencia a las dos mitades de la "semana" que tienen como eje al "Templo" como "Iglesia católica" y puesto que los hebreos se convierten al "filo de la historia" (fin del 'tiempo de los gentiles') que es al final de la última "semana".

Entonces, esos "otros que guardan el testimonio de Jesús" serían, a nuestro parecer, aquéllos fieles de Fe sencilla, que no han oído hablar de los 'misterios de iniquidad' que asolan a la Iglesia o bien aquellos que en determinados puntos de esos  misterios, sin culpa de su parte, no han logrado una comprensión acabada. Nos pasó por ej., en algún momento de nuestro itinerario, de pensar que algún dogma tridentino era óbice para sostener la maldad del nuevo rito, pero resulta que el mencionado dogma (no viene al caso cuál) tiene un claro contexto temporal, no extrapolable al presente.  Por lo mismo, descartamos que en esta categoría se encuentren aquéllos que por su posición y conocimientos debieran estar lo suficientemente informados de los alcances de las novedades conciliares y de sus promotores y que por tanto debieran tener una Fe madura.

sábado, 9 de mayo de 2020

A vueltas con Elías II


Ya nos hemos referido, en el capítulo primero con el mismo título, a que los estudios exegéticos del blog "En Gloria y Majestad" nos interpelaban (en forma académica) en cuanto a establecer en qué período de la septuagésima semana había que ubicar el testimonio de los "dos Testigos" de Ap. 11. También dijimos que la erudición del referido blog nos desconcertaba un tanto por lo aséptico, por el hecho de disociarse de la realidad. No obstante ello, debemos admitir que, como herramienta para que nosotros coloquemos a nuestros actores en las piezas del rompecabezas, resulta de gran utilidad.

Tanto es así que el intento de acomodar la prédica de los "dos Testigos" a la que entendemos es la  "primera mitad" de la "última semana" (el que nos resultó en forma sugestiva como muy atrayente), parece ser el correcto. El dato que aporta el autor del blog mencionado es el siguiente: "Este versículo  [se refiere Ap 11, 14] es de gran ayuda para relacionar los eventos de los capítulos X y XI con los juicios de las Trompetas que sucedieron en VIII y IX. Aunque los efectos inmediatos del segundo ay (la sexta trompeta) terminaron al finalizar el capítulo IX, se nos dice aquí que los eventos narrados en X y XI sucedieron antes del fin del segundo ay, es decir durante el tiempo de los siete sellos y del toque de las primeras seis trompetas. Esto confirma nuestra observación de que los “mil doscientos sesenta días” durante los cuales profetizan los dos Testigos (XI, 3), coinciden con la primera mitad de la septuagésima Semana de Daniel”.

Pues bien, le asiste razón (lo que además pudimos verificar con nuestra propia cronología expresada en el Album) y debemos deshacer entonces las conclusiones que informaban lo contrario, a saber: 

1) la "medición del Templo" (Ap 11, 1-2) hace pues referencia al remanente (a los "verdaderos adoradores") por anticipado en el versículo primero y se proyecta la crisis actual en el versículo segundo. Luego, los dos Testigos son nuevamente anticipados, como predicando en la "primera mitad" de la "semana". Lo demás, cuándo son "muertos", en qué momento sus "cadáveres" quedaron expuestos, y especialmente, en qué momento y bajo qué nombre  "resucitaron", ya lo explicamos en la nota anterior. La "sexta trompeta" (que nosotros identificamos como el "comunismo y su propaganda") efectivamente tiene su epicentro entre los años 1917- 1969/70.

2) lo difuso de los Testigos. Pues esto parece un poco más difícil de explicar, pero al menos podemos decir que Benedicto XV (a quien le corresponde el "nacimiento" temporal) encarnó fielmente a la "Iglesia de Filadelfia" (que dimos en llamar "Iglesia de las Misiones" en nuestro Album). En efecto, se le conoció como el "Papa de las Misiones", en particular por revitalizarlas después de haber sido diezmadas a causa de la "Gran guerra", con su Encíclica "Maximum illud" (1919). Luego le siguieron Pío XI y Pío XII, de gran fortaleza en la Fe y en la doctrina, con Encíclicas  luminosas.

3) la mención en las profecías de Daniel a los "1260 días" o "42 meses" o "2300 tardes y mañanas"  como aludiendo exclusivamente a la "segunda mitad" de la septuagésima "semana". La explicación que damos es que, tanto con la "medición del Templo" como con la predicación de los Testigos, se anticipa el remanente fiel, el que sí habrá de tener su actuación en la "segunda mitad" de la  "semana". Y a aquél alude el "hijo varón" de Ap 12., que no son otros que los "Testigos resucitados" de Ap. 11, 11, encarnados, como ya vimos, en la FSSPX (los "filadelfianos"), con lo cual se explica la concordancia del "subid acá" de Ap 11, 12 con el "arrebatado para Dios y su trono" de Ap 12, 5.  Y se explican asimismo sus peripecias, como ser el intento del Dragón para que la Mujer fuera "arrastrada por la corriente"  y la "tierra que vino en su ayuda", los que pueden hacer alusión a la "operación supervivencia de la Tradición" de 1988.

Lo interesante es destacar  que Mons. Straubinger ubica el comienzo del "tercer ay" en Ap 12, 12, por lo cual estaríamos ya en la "séptima trompeta" que anticipa el triunfo de Cristo.

domingo, 3 de mayo de 2020

Días febriles

Los días que están transcurriendo son, a estas alturas, "febriles", de una agitación particular. 

La fiebre es, según se ha dicho, uno de los síntomas del contagio del "coronavirus". 

Pero también podemos aplicar el vocablo al cúmulo de noticias acerca del mismo, la mayoría de las cuales son contradictorias entre sí: que su origen es natural o que es producto de manipulación genética; en este último supuesto, que su origen es el Oriente o que es el Occidente; que se contagia por el aire o que no lo hace; que el tapabocas lo impide o que no lo impide; que tal o cual remedio es eficaz o que no tiene ninguna eficacia; que ya tienen pronta una vacuna o que aún falta para ello y podríamos seguir enumerando contradicciones.

Ante ello, surgen voces que nos aclaran que la verdadera "fiebre" que se padece hoy, no es precisamente la que es producto de un proceso físico sino la que proviene del interior del ser humano, esto es, el pecado. Dejamos a continuación el video de un Padre de la FSSPX que lo deja en claro:



Y como corolario de todo esto, surge la "fiebre apocalíptica" y es a esta a la que queremos dedicar unas palabras. Lo primero, decir que esta fiebre no es privativa de los ambientes católicos más o menos esclarecidos, también lo es de los de las falsas religiones: así, pudimos escuchar el video de un rabino (Ron Chaya) que asegura que es inminente el "fin de la realeza de Edom" (asociado al "mundo occidental") con el advenimiento del "Machiach". Lo segundo, ahora sí en la visión católica -en general circunscrita a lo que conocemos como "tradicionalismo"- diferentes encuadres con a veces muy diferentes perspectivas.

Básicamente, están los católicos acostumbrados a leer las profecías apocalípticas como si fueran siempre y de continuo en tiempo futuro: por caso, leen "se levantará nación contra nación" y automáticamente, como si fuera un acto reflejo, lo perciben como evento futuro. Esto es, lo que fue dicho hace más de dos mil años, lo siguen considerando un evento siempre futuro. Lo mismo con las advertencias de San Pablo a los Tesalonicenses en cuanto a lo que tiene que "venir primero". En la raíz de ello puede haber o bien ignorancia del tema o bien temor a que ello suceda en sus propias vidas.

Luego están los que se escudan en lo que dijeron autores del pasado (los "Santos Padres" y otros exégetas) para desechar toda propuesta nueva u original (y esto aunque la susodicha no contradiga ningún dogma o siquiera un 'decreto condenatorio'). Es cierto que los mencionados "Santos Padres" obtuvieron su sabiduría de la cercanía de los Apóstoles o de una vida de piedad, pero no tenían a la vista los acontecimientos que nosotros presenciamos hoy y que nos permiten hacer un cotejo. Esta actitud responde en parte a las razones expuestas anteriormente y pensamos que también esconde los conocidos "celos intelectuales" (o de otro orden). Pasan por alto que son los mismos profetas los que anuncian para los tiempos finales la categoría de los "entendidos"  (Dn 12, 10), los cuales ellos sí verán claro.

Por fin, están los que utilizan a las profecías para sustentar cismas o herejías (a la manera de los protestantes, con la conocida "exégesis" de la "Roma papal-Babilonia") o simplemente para negar adjudicaciones lógicas y coherentes sólo porque no gusta el sujeto de las mismas, como quedó demostrado en comentario al pie de nuestra entrada anterior.

Un lugar común a estas tres perspectivas es el de pensar al Anticristo como un ser "con cuernos y cola" -por tanto, reconocible por todos- al que se opondrán los "caballeros cruzados" (probablemente desde atrás de un teclado, si para ese entonces el internet sigue vigente...)

Puesto que, desde nuestro lugar, no trasponemos todo al futuro sino que pensamos que ya están casi todas las profecías cumplidas exceptuadas las del desenlace final y en tal caso, nos estimamos con la posibilidad de cotejar las mismas con la actualidad y someter con rigor lógico y minucioso cada uno de sus anuncios, es que estamos en condiciones de decir que esta vez va de veras (ampliaremos).

De hecho, la entrevista reciente a un Sacerdote conocedor de las Sagradas Escrituras, y que  -como el mismo admite-  sigue las inspiraciones del Espíritu Santo, ubica el tiempo presente en la "Iglesia de Laodicea", la última de las "Iglesias del Apocalipsis" y en la cual "Cristo está a las puertas" (tal como lo consignamos nosotros en el Album), e indicando la procedencia actual de un "juicio" en la persona de los católicos, preludio de un "juicio" mayor hacia las Naciones (el cual sería entonces, la Parusía).

El problema es que ese "resplandor" de su Venida será inopinado, al menos para los desprevenidos, los que no hicieron caso de profecías como éstas (Habacuc 3, 3):

"Viene Dios desde Temán,
y el Santo del monte Farán, Sélah
Su majestad cubre los cielos
y la tierra se llena de su gloria
Resplandece como la luz,
y de su mano salen rayos,
en los cuales se esconde su poder

Delante de El va la peste
y a su zaga la fiebre ardiente"

miércoles, 22 de abril de 2020

A vueltas con Elías



En estos días hemos vuelto a consultar el blog "En gloria y majestad".  Su autor es sin duda erudito, pero de esa erudición que no es de nuestro agrado porque se disocia -voluntariamente- de la realidad, como si lo que describe y analiza fuera para otro tiempo o fuera del tiempo, vaya uno a saber.

Lo traemos a colación puesto que, en sus últimas entradas, aborda el tema de los "dos testigos" de esa forma aséptica que mencionamos y nos interpela (en un sentido académico) al decir que éstos predican o profetizan "antes de la tribulación". El mismo P. Castellani era de esta posición, aunque en forma dubitativa: "El texto (Ap 11) indica bastante claramente un suceso anterior al Imperio del Anticristo, o en sus comienzos, no del tiempo de la Gran Persecución...contra esto está el número de 'mil doscientos sesenta días' que es típico del Imperio del Anticristo y la última persecución...".

Volviendo a la realidad (esa que no analiza nuestro blogger y que - no tengamos miedo de decirlo-  no alcanzó a ver el P. Castellani a pesar de estar ya ante sus ojos al momento de escribir su "Apokalypsis de San Juan" en 1963), esa posición es plausible de acomodarla a las Escrituras como haremos a continuación, pero presenta inconvenientes lo suficientemente de  peso como para tener que apartarse en última instancia.

Aclaremos previamente que nuestro sistema exegético es un todo coherente en el cual hay datos que asumimos como ciertos e inconmovibles (los actores del "misterio de iniquidad" que mantenemos en su mayor parte en reserva, la fecha de comienzo de la "última semana de años" a que alude el profeta Daniel  y la ocurrencia de la "supresión del Sacrificio perpetuo y colocación de la abominación en el lugar santo"). En lo demás, en concreto los septenarios, la alusión a los "truenos", el significado de algún "Angel", si habrá resurrección parcial o no a la Venida de Cristo, no podemos tener certezas.

Veamos: Ap 11 empieza con la "medición del templo" lo que significa, según la mayoría de los autores, la "Apostasía" (lo cual es correcto, con la precisión de que se refiere al pecado en sí de los que abandonan su Fe, como a un momento histórico que precede la 'manifestación' del Anticristo, la traición original podríamos decir). Esta medición la ubicamos temporalmente en los comienzos de los sesenta. 

Luego viene la predicación de los dos testigos que, a los efectos de hacerla coincidir con la tesis que podríamos llamar de la "pre tribulación" (nada que ver con tesis protestantes que circulan por allí), podría ser la misma Iglesia "pre conciliar" que es firme en la defensa de la Fe y de la Doctrina- de la Ley (como lo fueron Elías y Moisés) y cuya prédica (como toda ella por mandato evangélico) se hace de "dos en dos" (Lucas 10); o bien es portadora del "espíritu de penitencia" por el mantenimiento de las reglas monásticas tradicionales (como lo fue Enoc). 

Pues bien, la "muerte" de estos testigos habría que hacerla coincidir con la muerte de Pío XII, que puso fin a un tipo de "Iglesia" (de hecho, nosotros decimos que allí finalizó la "Iglesia" misionera de "Filadelfia" y comenzó la "Iglesia" tibia de "Laodicea", la del Falso profeta al servicio del Anticristo). El "festejo" ciertamente que no fue público, pero concedamos que fue al menos interior, por parte de los que ya se relamían con la "primavera conciliar".

Resta, para que todo cuadre en esa tesis, explicar la "resurrección" de este testigo particular, luego de "tres días y medio" (un cómputo menor dentro del cómputo mayor de "mil doscientos sesenta días") que podrían ser los años que van desde 1959 a 1969-70, en los cuales, al menos, se celebraba aún la Misa tradicional. Y la misma no pudo venir sino por el nacimiento de la FSSPX (ya ven, en ésta como en la otra tesis, siempre estará ella) que es expresión fiel de aquélla Iglesia "pre conciliar" fenecida, la de los exponentes de "Filadelfia" a quienes se prometió una protección especial contra los engaños de "Laodicea".

Le sigue el "gran terremoto" que podría ser asimilado al "gran terremoto" que introduce el "sexto sello" si en él vemos representado las consecuencias que se seguirán por la implementación del "novus ordo" y la propagación de los errores conciliares. 

Ahora bien, nuevamente a la luz de la realidad, ¿es posible sostener esta tesis o habrá que sostener la de la concomitancia (de la predicación de los "dos testigos") con la "gran tribulación" (actual)? A nuestro entender, no es posible sostener aquélla y sí esta otra. Las razones: 1) la introducción del capítulo con la "medición del templo" en tiempo presente ("levántate y mide..los que adoran en él")  no tiene sentido si al versículo siguiente se vuelve atrás en el tiempo (y conste que estamos al tanto de la famosa "recapitulación", pero no parece ser éste el caso); 2) estos testigos propuestos son lo suficientemente difusos, contrariamente a la característica del Apocalipsis de referirse a entes concretos (sean estos individuales o colectivos, poco importa) a tal punto que su fecha de nacimiento (según nuestras premisas, en 1917, bajo el papado de Benedicto XV), es completamente indiferente; 3) en las profecías de Daniel, las referencias a los "mil doscientos sesenta días" aluden siempre a la segunda mitad de la (última) "semana", nunca a la primera mitad, por lo que mal podría el Apocalipsis innovar en este aspecto.


Véase la continuación de este artículo aquí

viernes, 3 de abril de 2020

Los reyes del oriente



No, no es a los "reyes magos" a que nos referimos, por más que en esto del "coronavirus" puede haber algo de magia -de la demoníaca- sino a una misteriosa evocación en cierto pasaje de las Escrituras, en concreto la de Ap 16, 12. Pasaje que, como admitiera el P. Castellani, ha sido de difícil interpretación para los intérpretes. 

No hemos sido la excepción puesto que, luego de aventurar algunas ideas, las que inclusive plasmamos en el Album, hemos debido rectificar, dejando esta alusión en suspenso, mencionando apenas que podría tratarse de "herejías o ideologías" aunque esta vez a manera de plaga.

Partimos de la base de que este virus es real -primer obstáculo que debemos sortear en vistas a tanta "falsa bandera" a que nos han venido sometiendo en los últimos años- y de que  el mismo -independientemente de si se trata de uno modificado en laboratorios o no- es de relativa peligrosidad (para los que lo contraen al menos). 

Y constatamos asimismo, sin perjuicio de lo dicho anteriormente, que hay una suerte de manipulación de las masas en cuanto a magnificar el hecho, al punto tal que casi todos los gobiernos del mundo han decidido la "cuarentena general" prohibiendo casi todas las actividades humanas, incluyendo las religiosas.

Este último aspecto, en lo que tiene de "prodigio" y a la vez de "aflictivo", es el que nos conduce a analizar si el mismo no responde a la evocación de las tres ranas apocalípticas de Ap 16 aunque sin pretender -nuevamente- ser categóricos en este tema.

Repasemos en qué momento histórico nos encontramos de acuerdo a nuestro análisis del Apokalypsis:  en la "Iglesia de Laodicea" -la última, tibia y en la que Cristo ha de venir- ; en el "Sexto sello", donde se oscurecen el sol (mediante la desvirtuación del Sacrificio), la luna (apostasía en la Iglesia) y las estrellas caen del cielo (la traición de los pastores) pero que verá la caída de las Bestias y el triunfo de Cristo; en la "Sexta trompeta" (en su final) [Ndr: en la "séptima trompeta"] y suponemos -aquí viene nuestra interpretación reciente, falible- en la "Sexta copa o redoma", esto es la del "secamiento del Eufrates" y la congregación para el Armagedón. De esta suerte, los tres últimos septenarios [Ndr: el segundo y cuarto] habrán de dar paso al séptimo que simboliza el triunfo de Cristo con el "resplandor de su Venida", acompasándose con la séptima "Iglesia" en su apéndice.

El "secamiento del Eufrates" es, en la intérpretación casi unánime, una señal de la próxima caída de la (última) Babilonia desde que su tipo fue,  en los tiempos de la Babilonia histórica, lo que permitió al Rey persa Ciro la toma de dicha ciudad. Lo que sigue es más complejo: "para dar paso a los reyes del oriente". Y aquí los intérpretes vieron lo que tenían ante sus ojos: a los partos (enemigos por excelencia de la Roma imperial), a los turcos y más recientemente, a los rusos (en la era soviética). Otros hilaron más fino y vieron en ellos a las "diez tribus perdidas" de los hebreos (posible).

Aquí conviene hacer un paréntesis y desechar de plano ciertas adjudicaciones diríamos muy humanas como, por ejemplo, las que suelen ver en los animales bíblicos una correspondencia con lo que el imaginario colectivo ha representado a los mismos: el oso como Rusia, el águila como Estados Unidos o el dragón como China...nada más alejado de la exégesis bíblica. O bien, el aseverar que estamos ante el "silencio de media hora" de Ap 8, 1 sólo porque el resultado del confinamiento general produce ese efecto sonoro...lo que queda desmentido por las mismas palabras del Apocalipsis que indican que el silencio es "en el cielo" (y no en la tierra).

Resulta sorprendente que el virus que nos aflige sea conocido como "corona" (elemento propio de la realeza, de los Reyes) y de que su origen presunto sea en la ciudad de Wuhan, en China (esto es en el Oriente)...sugestivo, aunque podríamos estar cayendo en lo que recién mencionamos, esto es, el hacer una exégesis con criterios demasiado mundanos. Sólo que, si vemos en todo esto una operación orquestada por un gobierno -en esto caso el chino- entonces sí deviene más plausible...

Pero lo más llamativo es lo que sigue en el relato de la sexta copa: "los espíritus inmundos que a manera de rana van donde los reyes de todo el mundo para convocarlos para la guerra del día del Dios omnipotente". Decimos en nuestro Album que estos espíritus son probablemente herejías o ideologías que tienen la particularidad de "involucrar a los reyes de (toda) la tierra" y ¿cuál sería esa postrera herejía o ideología? El ecologismo devenido en panteísmo, en cuyo nombre es necesario hacer frente al "coronavirus"... Y en él convergen todos, desde los gobiernos, pasando por las ong hasta  la propia Roma.

Convergen dijimos...en un lugar llamado "Armagedón"...

martes, 20 de noviembre de 2018

El Album del Apokalypsis

Les habíamos prometido ilustrarlos acerca del cumplimiento -en nuestros días- de lo allí profetizado. Con una aclaración importante y es la que si bien el álbum se podría decir que se encuentra completo, algunas figuritas de importancia clave no habremos de colocarlas aún en su sitio correspondiente, atento a que no han llegado los tiempos para ello.


Capítulo I

Introduce las "cartas a las Siete Iglesias" que serán objeto del capítulo siguiente. 




Capítulo II

Las "cartas a las Siete Iglesias" refieren a etapas de la Iglesia así como a los cristianos de cada una de ellas, si bien tanto las admoniciones como las alabanzas pueden dirigirse a los cristianos de  todas las épocas. Nos basamos en la exégesis del P. Castellani, excepto para las dos últimas Iglesias, en las que nos permitimos hacerle modificaciones.

EFESO
    
Éfeso significa ímpetu. Representa la primera edad de la Iglesia, la Iglesia Apostólica, hasta Nerón.




ESMIRNA

Es la edad de las persecuciones, desde Nerón a Diocleciano. Smyrna en griego significa mirra, símbolo en la Escritura de dolores corporales y de embalsamamiento.



PERGAMO

Por los libros, Pergamino. Es la Iglesia de los Doctores y de las Herejías, hasta Carlomagno.



THYATIRA

Thyatira (triunfo) es la Iglesia del Dominio, desde Carlomagno hasta Carlos V de Alemania y I de España.



Capítulo  III

SARDES

Sardes (sardio, sardónica, riqueza) es la edad llamada del Renacimiento, desde Carlos V hasta la Revolución Francesa. Sardes, capital del reino de Lydia, era proverbial en la antigüedad por sus riquezas: el nombre de su rey Creso, todavía se usa hoy día para designar a los multimillonarios. Tiene nombre de viviente pero está "muerta" ya que comienza a ser carcomida por las filosofías liberales.



FILADELFIA

Filadelfia significa amor a los hermanos. Es la Iglesia misionera ("tienes una puerta abierta..") que va desde la Revolución francesa hasta el papado de Pío XII. Tiene "poca fuerza" porque es combatida por las ideologías liberales, modernistas y ateas, pero sin embargo "guarda la palabra".  Durante la misma se convierten "algunos de los que se dicen judíos pero no lo son" (Lehmann, Cohen, Ratisbona, Zolli, etc)



LAODICEA

Laodicea (gr. Laodíkeia, quizá "corte [de justicia] del pueblo", "juicio [justicia] del pueblo" o "un pueblo juzgado") es la Iglesia actual, desde Juan XXIII hasta el Juicio de las naciones. Esta Iglesia es un Iglesia tibia, "ni fría ni caliente", que se "cree rica" pero necesita "colirio para ver". Es la Iglesia del Falso profeta al servicio del Anticristo y en la cual Cristo está "a las puertas".



Capítulo IV

Los "Siete sellos" describen, desde otra óptica, el discurso esjatológico de Mateo 24.


Capítulo VI

En concordancia con el análisis de Mons. Straubinger, por lo que dijimos en el acápite en el párrafo precedente, pensamos que el Caballo blanco no es Cristo ni el triunfo de la Iglesia sino todo lo contrario, esto es su contrincante del tiempo final, el Anticristo, más concretamente,  su precursor. 

PRIMER SELLO

(Caballo blanco) Se refiere al bolchevismo, cuyos orígenes se remontan al Segundo congreso social-demócrata de 1903 y que habría de triunfar en la "Revolución de octubre" (1917). La paradoja es que quienes se opusieron a dicha Revolución fueron los "rusos blancos", pero aquí los simbolismos tienen otra connotación (al proclamarse "salvadores", los bolcheviques vienen a remedar a Cristo, que es el Mesías por excelencia).



SEGUNDO SELLO

(Caballo rojo) Se refiere a la Primera guerra mundial, la que no se limitó a algunas naciones sino que supuso la movilización e intervención de soldados de los distintos continentes, causando enorme mortandad (de allí el lema de Benedicto XV -el Papa de aquélla época- como "religio depopulata" en las profecías atribuídas a San Malaquías).



TERCER SELLO

(Caballo negro) Simboliza las "crisis de los años veinte" a causa del crecimiento económico desequilibrado de la pos guerra, que llevó a la inflación, a la quiebra del sistema capitalista y a la "gran depresión".



CUARTO SELLO

(Caballo bayo) En orden cronológico, refiere a la persecución desencadenada por el comunismo y a sus efectos, como ser la hambruna forzada en Ucrania con millones de víctimas o la persecución religiosa en España de los años treinta. 



QUINTO SELLO

El "clamor de los mártires" alude a la continuación de la persecución, en concreto la que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial y su secuela (expansión del comunismo en Europa, Asia, Africa y América) hasta mediados o fines de los sesenta, lo cual no significa que aquella cesó desde entonces, puesto que el número de mártires aún debe "completarse".


SEXTO SELLO

Como ya comentamos, las señales cósmicas pueden aludir tanto a señales físicas -las que señalarían el triunfo de Cristo con el "resplandor de su Venida"-  o, en un sentido figurado, a la misma persecución del Anticristo ("gran tribulación") en la cual nos encontramos. O a ambas, puesto que las primeras constituyen el culmine de la segunda.


Capítulo VIII

SEPTIMO SELLO

El silencio es "en el Cielo" porque vendría a ser la continuación del clamor del quinto sello, que ahora ya no tiene sentido atento a que se ha hecho Justicia (las "oraciones" más bien serían en acción de gracias al Todopoderoso). Son los prolegómenos del Reino de paz.




SIETE TROMPETAS

Siguiendo a los Santos Padres y en los contemporáneos al P. Castellani, por estas "trompetas" se significan herejías o falsas doctrinas que habrían de afligir a la Iglesia. La primera trompeta sería el Arrianismo, la segunda el Mahometismo, la tercera el Cisma griego, la cuarta el Protestantismo. Luego vienen los "tres ayes":


Capítulo IX

QUINTA TROMPETA

Las "langostas que salen del pozo del abismo" dice el P. Castellani que son el Iluminismo o Enciclopedismo. Nosotros vimos una confirmación de este aserto en las enseñanzas de Gregorio XVI el cual, en su Encíclica "Mirari Vos",  identifica esas "langostas" como el "indiferentismo" que mana de la "libertad religiosa".



SEXTA TROMPETA

Pensamos que esta trompeta refiere al comunismo y a su propaganda, que mata no sólo el cuerpo sino también el alma y en concreto a la persecución desencadenada por éste, la que abarcó el final de la IGM y la IIGM y a sus efectos  ("los que no fueron muertos con estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos y no cesaron de adorar a los ídolos de oro y de plata y de bronce y de madera...")



Capítulo XI

Introduce a los "DOS TESTIGOS", los cuales representan  a la llamada "Iglesia pre conciliar" o de "Filadelfia" en su última parte (1917 a 1958) que es firme en la defensa de la Fe y de la Doctrina  así como de la Ley (como lo fueron Elías y Moisés) y cuya prédica (como toda ella por mandato evangélico) se hace de "dos en dos" (Lucas 10) o bien es portadora del "espíritu de penitencia" por el mantenimiento de las reglas monásticas tradicionales (como lo fue Enoc). Su "resurrección" vino de la mano con el nacimiento de la Fraternidad San Pío X que es expresión fiel de aquélla Iglesia y sobre los que ya hemos ilustrado lo suficiente a nuestros lectores.



SEPTIMA TROMPETA

Se corresponde con la segunda mitad de la "última semana" de Daniel. Se trataría pues de la herejía modernista ("resumen de todas las herejías"). Hace alusión (por anticipado) al establecimiento del Reino: "El imperio del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo" mediante la destrucción del Anticristo y del Falso Profeta.



Capítulo XII

LA MUJER Y EL DRAGON

Con estas imágenes, se describe la batalla final, reminiscencia de la batalla del Génesis, que se prosigue en las respectivas simientes (la de la Mujer y la del Dragón). Allí tenemos al "Hijo varón", que no es otro que el remanente fiel, representado asimismo en los 144000 que vienen a ser el equivalente de los "siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron" (1 Reyes 19:18), encuadrados por el profeta Elías. En nuestra exégesis, la Mujer es tanto la Iglesia como la Virgen de Fátima. El cómputo de la "última semana" del profeta Daniel -que hacemos coincidir con el relato de este capítulo- lo comenzamos en 1917, con su mitad entre los años 1967-1970 y con un final previsible entre 2021-2023.  El año 2021 es profético, porque desde la fecha de la "supresión del Sacrificio" son 52 años, al igual que la otra primera mitad (desde 1917). Hacemos notar que en el calendario azteca los 52 años significaban un ciclo de tiempo y aunque no demos crédito a sus cálculos, sorprende esa cifra y la circunstancia de que la Virgen María de Guadalupe se haya aparecido en tierras aztecas como Mujer parturienta y con una luna bajo sus pies, tal como en Apocalipsis.




Capítulo XIII

[Tenemos las figuritas correspondientes a este capítulo pero no ha llegado el momento de colocarlas en el álbum, no insistan]


Capítulo XIV

Los "144000" presentan dos características: "no se contaminaron con mujeres" (con falsas doctrinas) y "se duelen por Jerusalén" (los males de la Iglesia), tal como se desprende de la profecía de Ezequiel en relación a los marcados por la "tau" (Ez 9, 4)



Los "tres heraldos de los juicios de Dios" serían tres grandes predicadores, que nosotros hacemos coincidir con los "dos testigos" del "segundo ay" y los "testigos resucitados" del "tercer ay". Mons.  Straubinger comenta que el primero "sería...Enoc (Ecli 44, 16)". En efecto, los testigos efectuan una doble predicación, "en el Templo" y "fuera de él" (hacia los "gentiles"). En ese sentido, Benedicto XV sería el primero por su impronta misionera propia de la "Iglesia de Filadelfia", desde que se dice que "tenía que anunciar un Evangelio eterno para evangelizar a los que tienen asiento en la tierra...", al igual que el "tienes una puerta abierta" de Ap 3, 8; el segundo -como representando a Elías y en concordancia con el lema que se le adjudica en las profecías papales atribuídas a "San Malaquías" como "Pastor angélico"- sería Pío XII. El tercero bien podría ser Mons. Lefebvre, ya en la época anticrística actual. 




Capítulos XV-XVI

LAS SIETE PLAGAS

Resumiendo lo que alguna vez expusimos: la primera plaga es una úlcera moral, "existencial",  en los que "tienen la marca de la bestia y adoran a su imagen"; la segunda, derramada sobre el "mar", son los conflictos entre las naciones ("se levantará nación contra nación"); la tercera, derramada sobre los "ríos",  puede hacer referencia a la descomposición de la cultura de las naciones, pero así también a los desgarramientos internos (terrorismo, levantamientos armados, etc); la cuarta, derramada sobre el "sol", al "calentamiento global", con la precisión de que no sería causado por el obrar humano como sostienen sino por Dios mismo como castigo ("que tiene poder sobre estas plagas"); la quinta, a algo que le sale mal a la Bestia.

LA SEXTA PLAGA

La característica común a los "espíritus inmundos" es la de poder involucrar a los "reyes de la tierra", no sabemos si son herejías o ideologías; lo cierto es que proceden de las fuerzas anticrísticas coaligadas como un último intento para confundir a las gentes.



LA SEPTIMA PLAGA

Refiere  a la conmoción que causará la caída de las Bestias. Si la causa son meteoritos u otro fuego desconocido, no lo sabemos. Coincide con el "resplandor de su Venida". 



Capítulos XVII-XVIII

[Tenemos las figuritas correspondientes a estos capítulos pero no ha llegado el momento de colocarlas en el álbum, no insistan]


Capítulos XIX-XX

Refieren al triunfo de Cristo al instaurar su Reino. Por nuestra parte, somos "intervencionistas no milenaristas", esto es,  sostenemos que Dios interviene para destruir a las fuerzas del mal a modo de anticipo (por el "resplandor de su Venida") que es ya su Venida en cuanto emanación de su Venida física, por ello lo de "¿cuando venga Cristo hallará Fe en la tierra?" que alude a un tiempo de apostasía general como el presente y no a uno de triunfo de la Fe. El que Satanás sea "suelto por poco tiempo" no puede ser al final del Reino de Cristo, de lo contrario este no sería absoluto, lo cual es un absurdo. Así lo dan a entender las profecías, cuando dicen que el pueblo hebreo convertido no será "espantado" jamás (Ez 39, 26) y un "cercamiento" de la "ciudad amada" (Ap 20, 8) ciertamente que sería el caso. No obstante, no descartamos un "milenio discontinuo" como ha sido sostenido por algún autor contemporáneo. Y nos basamos en que en el exorcismo de León XIII (seguramente inspirado) se impreca -para estos tiempos-  el que "Satanás no seduzca más a las naciones" en clara referencia a este capítulo del Apocalipsis -lo que supondría una "soltura" posterior- pero que, a nuestro entender, no hace más que sugerir la ecuación entre el "milenio" y un "tiempo de paz" para las naciones (exceptuado el "poco tiempo" del Anticristo).