sábado, 19 de marzo de 2022

A propósito de que sea "solo Rusia" el objeto de la consagración

Muchos opinan que el acto de consagración que se pretende por el Papa para el 25 de marzo próximo no cumpliría con las exigencias de la Virgen al no consagrarse a "solo Rusia".

El tema, en efecto, no es tan sencillo. Contamos con unas citas de quien presuntamente era la Hermana Lucía (no es la ocasión para  debatir aquí la cuestión de la probable sustitución de la Hermana y, por otro lado, hemos dicho que algunos de sus escritos, hasta los años ochenta al menos, respondían a lo que ésta siempre había sostenido) en relación al fallido acto de consagración de Juan Pablo II en 1982, que dice así:

Dios quiere " la consagración de Rusia y de solo Rusia, sin ningún agregado", ya que "Rusia es un inmenso territorio, muy circunscripto y que su conversión se hará manifiesta, siendo la prueba de lo que es dable obtener por medio de la consagración al Corazón Inmaculado de María".

Ahora bien, y tal como se sostiene en el blog de lengua portuguesa "Fratres in unum": "algunos han objetado que la adición de Ucrania a la Consagración podría invalidarla según la petición de Nuestra Señora. Nos corresponde a nosotros decir que, en el momento de la solicitud, Ucrania pertenecía al territorio de Rusia y, además, la propia Rusia nació de Kiev, la actual capital de Ucrania. Finalmente, Nuestra Señora pidió la Consagración de Rusia y no mencionó ninguna cláusula de exclusión: ¡al hacerlo, debemos asumir que está hecho!"

Esto es doblemente cierto: en 1917 en Fátima  y en 1929 en Tuy, los pedidos incluían a Ucrania y no sería lógico que la misma quedara excluída de las promesas (aunque sea en las partes 'rusas' que responden al cisma ruso) por el solo paso del tiempo y de las nuevas realidades territoriales. Por otro lado, si bien puede alegarse que se trataba de la "Rusia soviética", en realidad  ello responde a una verdad histórica, las naciones rusa y ucraniana tuvieron un origen común (de hecho eran conocidos como los "Rus de Kiev" en la Edad Media).

Entonces, no se trataría de un agregado (lo que, en rigor, podría ir en contra de los deseos del Cielo en cuanto a que quedara claro y no se mezclaran dos objetos distintos), sino de precisar (quizás de forma redundante) un aspecto de una misma consagración.

De hecho, tanto en la consagración de Pío XII de 1952 como en la de Juan Pablo II de 1982, el objeto de la consagración fueron "los pueblos de Rusia" (entre los cuales, el pueblo ucraniano) y nadie objetó esa´pluralidad' sino el hecho de no haber contado, en ambas ocasiones, con la participación de todos los Obispos.

La pregunta que cabe hacerse es: ¿a qué se refiere el mensaje como "Rusia"? ¿Se trata de los pueblos ancestrales que la conformaron? Ucrania lo es. ¿Se trata de territorios comprendidos en ella? Ucrania lo era al momento de los pedidos y lo es ahora en parte (al estar bajo su dominio). En cualquier caso, la realidad indica que "Ucrania" (o una parte de ella)  integra a Rusia.

En el mismo sentido de lo que opinamos aquí se expresa el Obispo Schneider en interesante entrevista (aquí)

4 comentarios:

  1. La pregunta que cabe hacerse es : a qué se refiere el mensaje como "Rusia". ¿Se trata de pueblos ancestrales que la conformaron? Ucrania lo es. ¿Se trata de territorios comprendidos en ella? Ucrania lo era al momento de los pedidos y lo es ahora en parte (al estar bajo su dominio). En cualquier caso, "Ucrania" integra a Rusia.

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    1. ¿Tal cual Putin lo señala?

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    2. Anónimo: nosotros hemos evitado referirnos a los temas geopolíticos para centrarnos en lo que nos interesa, el acto de consagración de "Rusia". La realidad (en el pasado y en el momento actual) indica que "Ucrania" (o una parte de ella) está bajo el dominio de "Rusia". En el rediseño del mundo que se verificará en el 'tiempo de paz', no sabemos cómo van a quedar definidas las fronteras.

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  2. Sí, es irónico que sor Lucía dijera que Rusia «es un inmenso territorio, muy circunscripto». Porque —no en aquel momento pero sí como lo vemos hoy— sus fronteras se han vuelto dudosas por lo que respecta a Ucrania. Coincido en que, a fecha 2022, la adición «Rusia y Ucrania» sirve para referirse con precisión a aquella «circunscripción» que en los años centrales del siglo XX, y hasta 1991, era llamada «solo Rusia». Y esto es así incluso si Francisco, al usarla, ha tenido la intención política de expresar que Ucrania no es Rusia.

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